domingo, 30 de abril de 2023

 

EL 1° DE MAYO Y EL PORVENIR NOS PERTENECEN. RETOMEMOS SU CONMEMORACION COMO NUESTROS Y COMO DEBE SER.

 

El 1° DE MAYO, como Día Internacional de la clase obrera, es una de las más preciadas herencias que nos han legado sus héroes y mártires en sus luchas y batallas por la consecución de la liberación de la explotación económica, opresión política y degradación a que nos ha conducido hoy el sistema imperialista mundial, en su modalidad neoliberal actual, pero que, pese a todo, jamás renunciaremos a ella. Herencia que nos fuera anunciada ya por la heroica Comuna de Paris en 1.871, durante la cual, los obreros de París y de Francia, “tomaron el cielo por asalto” e instauraron su poder que, a pesar de su corta duración, pudo mostrar toda la potencialidad que reside en ella, su fuerza y capacidad para crear otra sociedad muy superior al infierno del sistema capitalista.

Adoptada inicialmente como decisión de realizar una gran manifestación con carácter local de la Clase Obrera en el Congreso de la Federación Americana del Trabajo en San Luis, Estados Unidos, en diciembre de 1.888, en memoria de los mártires de Chicago, condenados a la pena de muerte y ejecutados por el gobierno norteamericano por haber promovido la Huelga por la rebaja de la jornada de trabajo a las 8 horas, vigentes hasta ahora, e instaurada inmediatamente después, como día internacional de la clase obrera, en el Congreso Inaugural de la II Internacional de la Clase Obrera en Paris en 1.889 y que comenzaría a conmemorarse a partir del 1° DE MAYO de 1.890. El espíritu que le imprimieron los dirigentes de la Clase Obrera en su momento y con el cual debía comenzar a celebrarse, fue el de que este ACTO UNICO E INESPERADO por el momento en que se decidía conmemorarlo y por su carácter de clase, debía ser independiente de los Partidos Políticos (fuesen estos de extrema derecha, de derecha, moderados y/o reformistas)  y de los Estados burgueses, de credos religiosos e internacional, porque al menos intuitivamente, la clase obrera procuraba que fuera un motivo de unidad del proletariado internacional y no un factor de dispersión y fraccionamientos.

Refrendada por la Revolución Socialista de Octubre en Rusia en 1.917 y los imperecederos aportes posteriores a las experiencias prácticas de construcción del Sistema Socialista en la Unión Soviética; por la gigantesca y apoteósica resistencia de la Unión Soviética contra el nazi-fascismo, aberrante engendro de una brutal fuerza ultrarreaccionaria que intentó borrar todo intento revolucionario de la faz de la historia de la humanidad y su fulgurante derrota; por los procesos de Liberación Nacional del colonialismo en Europa, Asia, África, América Latina y Oceanía que el capitalismo y los sectores burgueses imperialistas optaron por conservar y mantener para garantizar el saqueo y explotación a los pueblos colonizados a partir de fines del siglo XIX y comienzos del XX; por las Revoluciones Democrático-Populares triunfantes que, de acuerdo a sus condiciones propias, iniciaron la construcción del Socialismo, y por todos los aportes al desarrollo político y cultural que acompañaron el devenir del siglo XX, como un período histórico de formidables conquistas de la Clase Obrera.

Conquistas que fueran destruidas, no solo por la gran presión externa con características agresivas, violentas y subversivas especialmente contra la Unión Soviética, sino principalmente por los enemigos internos que, paradójicamente y gracias a la devastadora ofensiva en la II Guerra Mundial que le imprimieron las fuerzas nazi-fascistas ultrareaccionarias, les permitió renovar su camuflaje dentro de los Partidos de la Clase Obrera y de los procesos en construcción; experiencias éstas que los revolucionarios conscientes debemos estudiar, comprender y analizarlas, no solo como simples hechos pasados, sino principalmente en las terribles consecuencias negativas que trajeron y de las cuales no hemos podido salir; con el mismo rigor, debemos desarrollar nuestro conocimiento crítico y científico de las condiciones económicas, políticas y sociales en que nos toca vivir y actuar hoy; asumir la correspondiente posición crítica y autocrítica, así seamos muy pocos y tengamos muchas debilidades, porque no tenemos más alternativa que esforzarnos por reconocer y aceptar que la destrucción del Sistema Socialista en construcción, del Movimiento de Liberación Nacional y Social y de la inmensa mayoría de Partidos y fuerzas políticas revolucionarias en el mundo entero, fue una gigantesca derrota para la clase obrera y a sus esfuerzos de construcción del Sistema Socialista, única alternativa a la degradación y barbarie del capitalismo imperialista neoliberal que estamos viendo con nuestros propios ojos.

Capitalismo imperialista neoliberal y su globalización que, en estos 50 años de haber sido impuestos, han demostrado hasta la saciedad la imposibilidad e incapacidad para resolver los dramáticos problemas que aquejan a la humanidad entera. Prometió traer la prosperidad para todos, pero lo que constatamos cada día con mayor preocupación es la escandalosa concentración de la riqueza, tanto en los pocos países más ricos, como en cada país, en las élites dueñas del capital y las riquezas, y con ello, la pauperización de legiones humanas, la inestabilidad y la informalidad en el trabajo, las huestes humanas que huyen hacia donde precisamente no está la solución al hambre y la pobreza. Prometió traer la paz y el fin de todos los conflictos y guerras, pero lo que estamos presenciando es la exacerbación extrema de las guerras locales y la amenaza de otra gran conflagración mundial. Prometió una vida más feliz y placentera en el planeta, pero lo que vemos son los desastres del calentamiento global intensificado y agravado por la feroz competencia entre grupos imperialistas, en la que hay que consumir ingentes cantidades de energías contaminantes para poder sostener el consumo, el despilfarro y la permanencia del capital, su reproducción y su existencia. Han prometido, desde antes de imponerse el actual modelo, acabar con el hambre en el mundo, sin embargo, lo que todos los días constatamos, es que los hambrientos crecen sin que lo quieran ni puedan evitar.

Y frente a esa desgarradora e inocultable realidad, los cínicos usufructuarios de la miseria humana, los políticos a su servicio y los mercaderes de la muerte, lo único que nos ofrecen son las prédicas de aves agoreras, místicos augures y/o de alucinantes profetas vaticinando el “fin de la historia y de las ideologías”, del “fracaso del socialismo”, de que en esta sociedad posmoderna del neoliberalismo “se acabaron las clases sociales” y por supuesto “la lucha de clases”, que ya “la revolución no tiene razón de ser” porque la globalización con sus milagros resuelve todos los problemas habidos y por haber sin necesidad de conflictos; de religiones salvadoras de todos los olores y sabores, no importa cuales sean los Dioses a los cuales hay que adorar y pedirles piedad, lo importante es que “los desheredados de la fortuna” mantengan la creencia en que la salvación y la felicidad no se consiguen aquí en este mundo, sino “en el otro”; nos ofrecen toda clase de combinaciones, mezclas, revolturas y revoltijos como soluciones políticas que van desde los regímenes teocráticos ultraderechistas, populismos a la carta, democracias “nuevas” que no tocan ni modifican en nada las instituciones del capital, del Estado y gobiernos burgueses, pero sí agitan propuestas de redención social y retórica “anti-imperialista” contra unos imperialistas en particular, mientras hacen todo lo posible por meterse dentro del paraguas de otros imperialistas; y por supuesto, nos ofrecen toda la “información verídica” que necesitemos de todas las maravillas hechas con la ciencia y las tecnologías de última generación, listas para el consumo y nuestra comodidad, sin que nos preocupemos por el efectivo, pues el dinero plástico lo resuelve todo rápido y fácil; nos ofrecen a domicilio en todos los barrios y localidades la dosis personal para adultos y para infantes en los colegios; nos ofrecen trabajos con altas remuneraciones en el exterior, pero una vez puestos los pies en el avión, quedarás atrapado en las redes de trata de personas para la prostitución, la esclavización posmoderna, o para engrosar filas al lado de otros mercenarios.

Estas son algunas de las tantas “maravillas” más evidentes, conocidas y publicitadas que nos han traído el modelo neoliberal y su globalización. En esta frenética carrera por acumular bienes, fuerza de trabajo y posibilidades de más acumulación pretendiendo salvarse de la catástrofe, los capitalistas en particular y el capital global, no pueden detenerse; por eso, lo que con tanto frenesí tratan de evitar, inevitablemente los acerca al abismo. Ese destino trágico lo lleva el capitalismo en sus entrañas, sea de la modalidad que sea. Y este sistema en su modalidad neoliberal actual y su globalización, aunque no lo quiera y por más que trate de evitarlo, de esa tumba está muy acerca. Si no ha sido enterrado ya por sus sepultureros naturales, es porque esa gran derrota que sufrió la clase obrera con la destrucción de los avances del Sistema Socialista, sus conquistas y el despojo de su conciencia revolucionaria y sus herramientas de lucha más esenciales como son la organización política y social, la dejaron sumida en un gran desconcierto, confusión, desconfianza y pérdida de credibilidad en sus propias fuerzas, capacidades y en estado de indefensión por muchos años, descenso del que, aún no hemos podido reponernos. 

Por todo esto, la propuesta en la que hemos insistido de RETOMAR LA CONMEMORACIÓN DE ESTE 1° DE MAYO DE 2.023 DE MANERA DIFERENTE, tiene como uno de sus objetivos más importantes, el de poner sobre el tapete, sobre el escenario, la zozobra que estamos viviendo los caucanos por la violencia que se pasea a sus anchas por todo el Departamento, la situación de inseguridad existente agravada por la pandemia y el cierre de la vía panamericana en Rosas, la presión a que están siendo sometidos los trabajadores de la UTEN y los usuarios de servicios públicos, procesos productivos y de organización social campesinos sometidos al asedio y amedrentamiento, la matanza de líderes sociales y tantas otras tropelías que soportamos a diario. Lo importante en este caso, repetimos, no es salir en marchas a competir entre las mismas organizaciones populares, o suponiendo que se unifiquen algunos sectores, simplemente a gritar consignas pasadas de moda que para nada motivan a la gente, mientras ayudamos a ocultarle los graves problemas que ella vive.

Y para colmo de lo que ya está colmado, la decisión del Gobierno de Gustavo Petro en primer lugar, de convocar en este 1° DE MAYO a movilizarse en su apoyo, y en segundo lugar de la exigua minoría de la burocracia sindical nacional y local de salir a “celebrarlo” en apoyo a Petro, constituye un monumental error histórico por muchas razones que, desafortunadamente aquí, no podemos exponer porque nos extenderíamos demasiado. Con ello, lo que están haciendo es facilitarles el camino y las acciones, no solo al uribismo, sino a todas las fuerzas políticas de derecha, pues lo concreto es que estos ya midieron con mucha precisión, la fuerza política real del Pacto Histórico, en especial, para movilizar sectores políticos y sociales en su respaldo, y su capacidad técnica y administrativa. Saben muy bien donde están sus debilidades y por eso vienen demostrado que ellos sí tienen respaldo, opinión, capacidad de movilización, proponen y hacen lo que proponen.

Nada más engañoso para Petro que acudir al respaldo de las supuestas centrales que no representan más que a una exigua minoría de la burocracia sindical. Más del 70% de la clase obrera está por fuera de esas personerías jurídicas que existen y más del 60% deambula en la informalidad, sin organización sindical. Una alta proporción de esa clase obrera sin organización, votó por la propuesta política del Pacto Histórico y a lo mejor, muchos de ellos siguen esperando que el Pacto los represente.  Sin embargo, lo que estamos constatando es que, en este caso y muchos más, el Gobierno de Petro camina como el cangrejo: del triunfo del Pacto Histórico al monumental Error Histórico. Con el agravante que las fuerzas de derecha todas y muy amplios márgenes de opinión en general saben y sabemos lo dudoso, oscuro y preocupante del comportamiento de ciertos sectores del Pacto Histórico convertidos, a la sombra del Gobierno Petro, en los nuevos mandarines que hacen y deshacen por todas partes.

Otra cosa muy diferente es proponer, promover y participar en la movilización política y social para exigir la aprobación, ejecución y desarrollo de las reformas que están planteadas y que el país las necesita, pero de manera independiente, mejorando y modificando algunas de ellas como la laboral y la pensional. Por lo menos estas dos reformas no consultan ni tienen en cuenta la realidad y la profundidad de los cambios en las relaciones laborales que impuso el modelo neoliberal y su globalización actuales. La Señora Ministra del Trabajo cree de manera muy simplista que, con esas reformas, puede regresar a las relaciones laborales del modelo económico anterior, el cual la amamantó a ella en la burocracia sindical. Es en lo que hemos estado insistiendo y seguiremos insistiendo desde EL FARO SOCIAL, que a la movilización política y social sí, pero de manera independiente del Gobierno Petro y sobre todo del Pacto Histórico.

Por nuestra parte, las actividades que seguiremos realizado en adelante en torno a conmemorar el 1° DE MAYO de manera diferente e independiente, estarán dirigidas, en primer lugar, a rescatar, recuperar y crear conciencia de su valor histórico universal, sin desgajarlo o desligarlo del contexto en que estamos y de la lucha por la solución de los graves problemas económicos, políticos y sociales que tenemos ahora; y, en segundo lugar, a motivar, incentivar y fortalecer el estudio, análisis y el debate crítico y autocrítico de la realidad en que estamos actuando ahora. Nuestro propósito, repetimos, no es trenzarnos en competencias ni con la Iglesia católica que, al menos en lo local, domina completamente la celebración de este día, ni con lo que hagan las exiguas minorías de la burocracia sindical, ni menos con lo que pretenden hacer desde el Pacto Histórico de utilizar esa fecha para mostrar respaldo popular al Gobierno. Nuestra propuesta tiene otro sentido: el de reconstruir todos los procesos y las armas de lucha de la clase obrera, remover todos los escombros que nos ahogan y reponernos de las tragedias a las que nos llevaron los enemigos de clase abiertos unos y encubiertos otros. En ese sentido, no es otra celebración más con el mismo estilo y defectos viejos, ni únicamente para un momento como éste; va para largo y para muchos años. En ese transcurso, será la Historia la que juzgará lo que hagamos o dejemos de hacer. Por eso, para hacer lo que estamos haciendo hoy y lo que hagamos mañana, no le pedimos ni le pediremos permiso a nadie. Ninguna persona, grupo u organización política o social, puede abrogarse el derecho de prohibirnos que lo hagamos u ordenarnos qué es lo que tenemos que hacer y qué no. Así lo determinaron los representantes de la clase obrera ante el Congreso Inaugural de la II Internacional de la clase obrera en París en 1.889, mucho más genuinos que los de ahora por amplísima mayoría. Y ese legado lo cumplimos y cumpliremos con fidelidad y a cabalidad. 

Fraternalmente

 

Presidencia y Junta Directiva

EL FARO SOCIAL CAUCA

 

Popayán, abril 30 de 2.023  

 

 

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