miércoles, 31 de enero de 2024

DE NADA NOS SERVIRA CAMBIARLE EL NOMBRE...

DE NADA NOS SERVIRA CAMBIARLE EL NOBRE A LOS PROBLEMAS Y A LAS COSAS ESPERANDO RESOLVERLOS, SIN CAMBIAR LA REALIDAD QUE LOS PRODUCE 


POR ESO, NO PERDAMOS EL TIEMPO BUSCANDOLE PELOS A UNA BOTELLA DE VIDRIO, O EN EJERCICIOS INOCUOS DE CREER QUE CAMBIANDOLE EL NOMBRE A LOS PROBLEMAS, MILAGROSAMENTE DESAPARECERAN 


La confrontación entre los dos bloques imperialistas que se disputan el dominio mundial actualmente se agudiza, intensifica, agrava y agravará de manera irreversible. Todos los días y a toda hora lo estamos presenciando. Esta cruenta realidad que promueven los dos bloques imperialistas, los que de uno o de otro modo están involucrados a algún lado, y todos los que consciente o inconscientemente terminan apoyando al uno o al otro bando, pueden pintarla como quieran; pueden adornarla como les parezca, difamarla o adularla; pueden distorsionarla, tergiversarla y generar en torno a ella toda la confusión que puedan; pero lo que no pueden es ocultarla. Tampoco pueden impedir que la gente consciente, cada día vea con mayor claridad y comprenda que esta es una confrontación imperialista más, una guerra reaccionaria de rapiña por reparto de territorios, de recursos humanos, naturales, de mercados y de dominación mundial, ya no por una sola gran potencia, sino también por otras que han ido surgiendo, o se han recuperado. 

A semejante barbarie y brutalidad, los del bloque EE.UU.-Unión Europea-Japón y todos sus aliados, la han denominado “defensa de la civilización occidental”, “defensa del mundo libre” (tradúzcase defensa de los tratados de libre comercio o neoliberalismo), “defensa de la democracia de las tiranías y el terrorismo”. Cabe señalar que, este bloque viene en declive. EE.UU. ya no es la superpotencia que impuso su dominio unipolar por varias décadas. Su poder de gran policía del mundo está lejos de lo que fue y ya no puede decidir a su arbitrio lo que deben hacer los demás. Los del otro bloque Rusia-China-Irán-Corea del Norte y todos los que hacen fila en este bando, la han denominado “lucha contra la hegemonía unipolar de Occidente, por un nuevo orden multipolar”, es decir, con la presencia de dos, tres, cuatro o más potencias por participar en los mercados mundiales de manera “razonable”, “por consenso”, o si eso no es posible, por la fuerza. También en este bloque hay sonoros y atractivos enunciados tales como: por la “no intervención en los asuntos internos de cada país”; “por un nuevo orden mundial multipolar”; por la “defensa de la democracia y hasta del socialismo (claro está, socialismo al estilo Chávez-Maduro y otras variedades), en el que pudieron caber regímenes ultrarreaccionarios como el de Pinochet, la teocracia iraní, y caben por supuesto los reformistas actuales de Chile y el régimen “comunista” de Kim Gong Un. Con tal que se alineen contra el otro bloque, no hay ningún problema. Cabe preguntarles a los cabecillas de este bloque y a sus seguidores: ¿Y de qué les servirá a los millones de hambrientos y miserables del mundo que haya dos, tres, cuatro o más potencias imperialistas disputándose el reparto de la torta, mientras ellos, cada día reciben menos migajas? 

Esta gran confrontación global es la continuación y el resultado de otro período iniciado desde la década de los años 50 del siglo XX en otro escenario y con otras formas, una vez terminada la II Guerra Mundial; que 20 años después tomó cuerpo en las tan estrepitosamente publicitadas “apertura democrática”, “apertura de mercados” y su reluciente luz “vivificadora”: La Globalización, que tantos discursos “esperanzadores” derramó, deleitosos cambios produjo y expectativas alimentó en la fantasía, de los desheredados de siempre, y principalmente, en la inveterada credulidad de quienes esperan que un sistema como éste que ha hecho, hace y hará tantas atrocidades para sostenerse, por su propia voluntad se irá autoreformando hasta convertirse en un idílico paraíso, en el que no habrá ni buenos ni malos sino simplemente seres humanos llenos de bondad. 

Es resultado y remate de un gigantesco y monumental fracaso económico, político, social y cultural, pues esa “vivificadora” luz de la globalización solo encandiló al mundo ofreciendo prosperidad “para todos”, pero lo que la realidad muestra es que el hambre y la pobreza se agigantan en el mundo entero. El progreso para acabar con las desigualdades que prometió, no llegó, y en su lugar encontramos más concentración de riquezas en los círculos dominantes de las pocas potencias que se disputan el dominio mundial y élites que gobiernan los países que orbitan a su lado, es ya sencillamente abismal con respecto a la inmensa mayoría de la población del planeta. Aunque se atragantó de discursos sobre la apertura democrática, lo que los pueblos reciben, es cada vez más látigo y despojo hasta de su capacidad de sentir y pensar, de sus territorios como lo apreciamos a diario en las huestes humanas de migrantes, y la gigantesca expropiación de todas las posibilidades básicas para sobrevivir, como lo vemos en el caso del pueblo palestino. Encendió en la inocencia popular la llama ilusoria sobre las bondades de la apertura de mercados y, simultáneamente, los instintos primarios perversos de los promotores de esa política y en sus aliados y sirvientes; y sí, claro, ésta llegó, no para borrar las desigualdades y generar prosperidad “para todos”, sino para ensanchar y ahondar más esas desigualdades. Petrificó en la fantasía social la idea de que el libre mercado y la apertura de mercados traería crecimiento y abundancia “para todos”, como lo pudimos escuchar de boca del presidente argentino que acaba de posesionarse; y sí, claro, crecimiento económico promovido por este modelo neoliberal hubo en las décadas de los años 70, 80, 90 y primera del siglo XXI, ¿pero los patrimonios y bolcillos de quiénes fueron los que crecieron? El desempleo, la “informalidad”, el hambre y la miseria en la inmensa mayoría del planeta crecen y crecerán de manera alarmante. 

Esta confrontación global que estamos presenciando hoy entre estos dos bloques imperialistas es gigantesca, brutal y muy compleja. A estas alturas, no se reduce ni podemos verla simplemente como episodios aislados de guerras locales, como en cierta forma se dio en las décadas de los años 50, 60 y 70 del siglo XX. Obedece a estrategias políticas y militares globales que cada uno de los dos bloques ha diseñado para mantener el uno el dominio, o forzar el otro, el nuevo reparto de territorios, mercados, zonas de influencia, mano de obra y recursos naturales. 

En este forcejeo de gigantes en el cuadrilátero, el bloque EE. UU.-UE-Japón y sus aliados, buscando mantener a toda costa y a la fuerza su dominio “unipolar” con su cabecilla EE. UU., sin reparar en lo más mínimo en la violación flagrante de normas elementales del Derecho Internacional que tanto dicen defender, después de terminada la II Guerra Mundial, continuó creando fronteras, dividiendo pueblos y creando “Estados” (tradúzcase gobiernos títeres) en Corea del Sur, Vietnam y la Isla de Taiwán separándola de China; en Alemania y en la eurozona de los Balcanes con Yugoeslavia, para después hacer flecos la unión de esos pueblos y masacrarlos en la década de los años 90 del siglo XX, lo mismo que la continuación de su intervención y agresión al pueblo afgano; promoviendo, financiando y realizando, en alianza con fuerzas mercenarias ultraderechistas el golpe de Estado en Indonesia y la matanza de más de 300.000 miembros del Partido Comunista de ese país y luego, en Chile, con lo que ya conocemos ampliamente; imponiendo bloqueos económicos, políticos, militares y sanciones a diestra y siniestra contra diferentes pueblos y Estados en el momento en que estos no obedecieran sus órdenes como en los casos de Cuba y Albania; manteniendo regímenes reaccionarios para asegurar su dominio en África; fortaleciendo económica, política y militarmente instrumentos de agresión como los sionistas de Israel para agredir a los pueblos y Estados árabes como Irak y luego a Libia, Túnez y Siria; promoviendo, financiando, organizando y asesorando fuerzas mercenarias y neofascistas para poner nuevas fichas, controlar el gobierno en Ucrania y luego lanzarlo a la guerra contra uno de los cabecillas del otro bloque; instigando y dándole cobertura política y militar al carnicero de Gaza en las monstruosidades que ha estado cometiendo para mantener el control geopolítico de Oriente Medio. Esto solo para mencionar, al menos, los casos más conocidos en todo este trayecto histórico. 

El otro bloque imperialista Rusia-China-Irán-Corea del Norte, solo comienza a configurarse y actuar en calidad de tal, al iniciarse la segunda década del presente siglo XXI, después de los estragos causados por la crisis financiera de 2.008. Rusia había entrado en franca recuperación, después del colapso de los años 90 y primera década del siglo actual, y China iba en ascenso y expansión con un elevado índice de crecimiento económico. La crisis financiera del momento no afectó a estas economías de la misma manera que a las de Occidente. Como economías capitalistas que ya lo eran y con proyecciones imperialistas, no tenían otra opción que abrirse paso hacia, y, en la economía mundial, en abierta competencia y disputa con las otras economías imperialistas que ya lo eran desde principios del siglo XX, EE.UU.-UE-Japón, y principalmente con EE. UU., en su calidad de gran potencia con su dominio unipolar que había impuesto en buena medida, una vez terminada la II Guerra Mundial. EE. UU. apoyándose en sus aliados en Europa, Japón y todos los demás que hacían fila a su lado, en las élites dominantes tradicionales de los países que secundaban sus políticas, en los ejércitos convencionales y demás fuerzas reaccionarias legales e ilegales, en el gran poder del armamento nuclear que había acumulado desde y después de la II Guerra Mundial, montó todo un cerco militar contra Rusia en los países de Europa Oriental con su principal instrumento, la OTAN; intensificaba la guerra contra el pueblo vietnamita y la amenaza contra China; plagó de bases militares el Asia Suroriental; promovía golpes militares y gobiernos reaccionarios en África, Oriente Medio y América Latina. A todo este conjunto de acciones que eran de carácter político-militar y diplomático, hay que agregar el impulso y despliegue de la llamada “revolución verde” una vez terminada la guerra; luego, la poco conocida revolución tecno-científica, con sus consecuencias y, lo más importante, todo el paquete de políticas del libre comercio, condensado en lo que conocemos como el modelo neoliberal, que continúa dominando el quehacer económico y político a nivel internacional. Con estas dos últimas herramientas, consolidó su superioridad tecnológica, económica, política y militar y, en consecuencia, su dominio mundial, casi como única potencia que podía decidir qué era lo que debían hacer los demás. 

En lo que corresponde particularmente a Rusia, ésta, con el cambio de Dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y, principalmente de orientación política, emprendió el camino de retorno al capitalismo, de restauración del sistema capitalista, apoyándose en todas las conquistas técnicas, de desarrollo económico, político, social, cultural y sicológico alcanzados por el proceso de construcción del sistema socialista, siendo en el momento la otra gran economía, sólida y fuerte con capacidad de competirle a EE. UU., y en el gran prestigio político que alcanzó por su destacada actuación en la II Guerra Mundial, sin perder tiempo, comenzó a perfilarse como otra gran potencia imperialista y a disputarse con los EE. UU., el dominio mundial, en las décadas de los años 50, 60, 70 y 80 del siglo XX, confrontación que en su momento, se le conoció como la “guerra fría” de “las dos superpotencias”. 

Haciendo uso a fondo de ese gran prestigio político por haber derrotado a los nazi-fascistas alemanes y salir victoriosos, impuso ese cambio de la política de construcción del Sistema Socialista a la gran mayoría de Partidos Comunistas a nivel internacional, a excepción de unos muy pocos que no la aceptaron; siguió usando muchas formas literarias, de organización y de trabajo para mantener la imagen ante los Partidos, grupos y sectores progresistas que habían poyado la lucha y el proceso interno, en especial, el nombre de Unión Soviética y Partido Comunista de la Unión Soviética, sin serlo ya; por eso, muchos sectores críticos, a nivel internacional, comenzaron a denominarlo e identificarlo, sin duda de modo incorrecto, como el “social-imperialismo soviético”; simuló y se presentó siempre como el más fiel y leal apoyo al pueblo vietnamita que estaba siendo sometido a intensos bombardeos, incendiando poblaciones, cultivos y bosques tropicales con fósforo blanco en persecución a los combatientes del Viet-con por la otra superpotencia. 

En su desenfrenada y frenética carrera por acabar con la construcción del Sistema Socialista e intensificar y avanzar en la restauración del Capitalismo para sostener la competencia por el dominio mundial en que ya se habían envuelto, renunció al apoyo a las luchas revolucionarias de los pueblos en el ámbito internacional, en unos casos empujando e impulsando a Partidos Comunistas como los de Indonesia y Chile a embarcarse en proyectos políticos electorales reformistas, y cuando las fuerzas reaccionarias en estos países en alianza con la otra superpotencia produjeron las matanzas de revolucionarios y de sectores políticos y sociales que los apoyaron, los abandonaron a su suerte y no hicieron absolutamente nada por proteger a las víctimas. En otros, como en África y América Latina manipulo y puso bajo su control a Movimientos Guerrilleros Revolucionarios al servicio de su política de expansión territorial y de disputa con la otra superpotencia, hasta que, al fin de la década de los años 80 del siglo XX, terminó “rompiéndose por donde se rompen las ollas artesanales de barro” (cerámica), colapsó, o como se decía en la época en lenguaje popular: “se desfondó”. 

En la década de los años 90 del siglo XX hubo de retirarse en gran parte del escenario internacional, lo que de ninguna manera significo el colapso definitivo o la ruina total de su economía y de sus construcciones políticas, sociales, militares, científicas y culturales. Lo dejado por el proceso de la revolución socialista fue grande. En 35-36 años, todos los pueblos que conformaron la Unión Soviética salieron del atraso con respecto al crecimiento y desarrollo de Europa Occidental, de la pobreza y la miseria, en especial de la población campesina numerosa y con un rendimiento de la fuerza de trabajo proverbialmente bajo, mínimo, que no le alcazaba para satisfacer sus necesidades básicas. Con esas bases que habían heredado, se recuperaron y al comenzar la segunda década del siglo XXI, volvió a pisar el escenario internacional, a reactivar la competencia con la otra superpotencia, que durante este lapso había impuesto su dominio único en el mundo. Y para hacerlo ahora, tenía que recuperar, hasta donde fuera posible, viejos aliados, pero, sobre todo, a abrirse paso recuperando y creando nuevos clientes que recepcionaran sus inversiones, comerciaran con sus productos, en algunos de los cuales eran fuertes, pudieran adquirir materias primas, colocar inversiones financiaras, y especialmente promoviendo la venta de equipo militar, renglón en el que se habían fortalecido repotenciando el anterior ya obsoleto, de acuerdo a las nuevas tecnologías. 

Por su lado, China que, a no dudarlo, en términos económicos, es hoy la segunda potencia que está en la disputa por el dominio mundial, hizo algo semejante a lo que hiciera la nueva dirección política en la Unión Soviética al comenzar la década de los años 50 del siglo XX, es decir, desechar, abandonar el proceso de construcción del socialismo, entrar en alianzas con los EE. UU. en 1.979 y emprender la puesta en marcha del programa político de la modernización capitalista de China, o lo que es lo mismo, renunciar a los pocos avances del socialismo y restaurar también el capitalismo. Pero el programa de “modernización de China” como lo pregonaron, no lo reducían solo al desarrollo y crecimiento del capitalismo al interior. Desde ese primer momento ya contenía el perfil básico de expansión para convertir a China en una gran potencia capitalista e imperialista. 

También China, gracias al proceso revolucionario antes y después de la llegada del Partido Comunista chino al poder y al apoyo de todas las fuerzas revolucionarias del mundo, pudo rodearse de un gran prestigio social y político. Entre otras cosas, porque se había labrado, con la ayuda de muchos adeptos en el exterior, la imagen de que “en China se construía un socialismo distinto, hecho con mucha delicadeza, pletórico de lozanía y frescura, tejido con guantes de seda, no como “ese comunismo tosco y burdo que existía en Rusia y la Unión Soviética”. Pero lo más importante es que, también en este caso, con la llegada al poder los comunistas, los revolucionarios y el pueblo organizado, China pudo superar el hambre y las pestes, ponerse en 30 años prácticamente a la altura de las economías de Occidente: Antes de la revolución, en China, el hambre y las pestes diezmaban poblaciones enteras, morían en masa centenares de miles de adultos, niños y ancianos. 

Y tampoco hay que dudar de que, en China, después de 1.979, se ha operado un crecimiento y desarrollo del capitalismo a un ritmo acelerado, llegando en algunos momentos a registrar crecimientos del PIB de hasta el 25% anual. ¿A costa de qué? De que disfruta de una inmensa masa laboral, de una gigantesca fuerza de trabajo, la gran mayoría de la cual ha construido y sigue construyendo ese poder económico, sobreviviendo con dos (2) dólares diarios, y en otros casos, como se sabe, sometida en gigantescas fábricas flotantes que operan en alta mar en condiciones de esclavitud. Así ha sido, es y seguirá siendo el capitalismo mientras exista. Ese no es, como reza el adagio popular, “un cuento chino”, sino un asombroso “milagro” urdido con el sudor y sufrimiento de miles de millones de trabajadores condenados a padecer en el purgatorio sin poder descender más abajo para acabarse de quemar y menos salir de allí, por ahora, para escapar al tormento. 

Muchas personas con algo de información sobre estos procesos, se preguntan: ¿Por qué o cómo ha sido posible que Rusia y China se acerquen y unifiquen cada vez más en otro bloque para disputarse el dominio mundial, después de haber tenido posiciones tan opuestas durante los años 50, 60 y 70 del siglo XX? La razón simple y sencilla es que ambas son economías capitalistas fuertes con proyecciones imperialistas. Ninguna economía capitalista que pretenda consolidarse como potencia imperialista, puede prescindir o renunciar al mercado exterior, a explotar a otros pueblos y extraer grandes riquezas de ellos. Al momento de perfilarse Rusia y China como potencias imperialistas el mundo ya estaba repartido entre las otras potencias tradicionales y en manos de un solo árbitro, EE. UU. La única posibilidad de ir desalojando a estos de diferentes posiciones era conformar otro bloque fuerte, unirse alrededor de ese propósito e ir ganando espacios. 

¿Qué características reviste esta confrontación global de estos dos bloques por el dominio del mundo? a) Obedece a estrategias político-militares y diplomáticas cuidadosamente diseñadas e integrales que van desde la esfera económica en la disputa por mercados, materias primas, espacios geográficos estratégicos, recursos naturales y humanos, disputa financiera y dominio territorial. b) Diseño de políticas específicas, de acuerdo a las condiciones de las diferentes situaciones para aprovechar cualquier oportunidad y/o afinidad para consolidar posiciones, ganar más aliados en la mayoría de países, sobre todo en los dependientes y sus gobiernos para ponerlos a su lado los unos o, mantener esa influencia, los otros. c) Después de la crisis financiera de 2.008 que afectó a toda la economía global, el crecimiento comenzó a descender y detenerse, de manera más acentuada a partir del inicio de esta tercera década del presente siglo, conduciendo a los bloques en contienda a una mayor agudización de su disputa y confrontación, y de hecho, acentuando la carrera armamentista, el rearme de lado y lado y a la militarización de la economía, puesto que ese armamentismo es el que les permite dinamizar el aparato productivo y los mercados. d) En consecuencia se intensifica la preparación militar para pasar a una nueva etapa de confrontación bélica, siguiendo por el momento el libreto táctico de promoción de las guerras locales, según las necesidades y conveniencias, para lo cual han privilegiado el rearme general repotenciando el armamento obsoleto, aumentando desmesuradamente la capacidad de fuego disponible y los presupuestos de guerra, fortaleciendo los ejércitos convencionales, pero de manera especial, los ejércitos irregulares, las bandas de mercenarios y el paramilitarismo como modalidad táctico-operativa, haciéndole el esguince a los controles y conflictos legales, y lo más peligroso: rompiendo los tratados de control de armas nucleares que habían impuesto los EE. UU., lo que llevará, de no haber un cambio significativo, a una nueva carrera por la superioridad nuclear y ya no solo al chantaje de lado y lado, sino al riesgo inminente de aniquilamiento de la humanidad. e) Despliegue de una intensa actividad política y diplomática por parte del bloque ruso-chino en dirección a acercarse, hacer alianzas y establecer nexos de todo tipo con muy diversas fuerzas sociales y políticas, no importa el carácter que tengan, siempre y cuando sean susceptibles de enfrentarlas contra el otro bloque, todo está bien. f) Estas son algunas de las razones por las que hemos planteado que nos encontramos ante el pleno auge de la decadencia en todos los sentidos. En términos políticos, no importan las peores expresiones de regímenes oscurantistas, reaccionarios y carniceros o, progresistas, reformistas y populistas, si son susceptibles de enfrentar al otro bloque, todo está bien. En términos humanísticos, la decadencia es realmente bárbara. Todos los días vemos como el hambre y la miseria desocupa pueblos y territorios, las guerras, por ahora locales, dejan los tendales de muertos y contribuyen a engrosar las huestes de los que huyen, mientras en los campos desolados aparecen las terroríficas escenas de destrucción de la naturaleza. Y en términos culturales, desde la década de los años 50 en adelante, se han venido recuperando y fortaleciendo las formas culturales más obsoletas, retrógradas y reaccionarias, comenzado por los fanatismos religiosos y la irracionalidad. 

En esta gigantesca y compleja confrontación, a menudo los verdaderos enemigos de los cambios que necesitan los pueblos, se nos desaparecen unos, y aparecen otros presentándose como amigos. Caracterizamos y personificamos a unos identificándolos como los “únicos malos”, mientras toda la fuerza que rodea a esos “únicos” se nos diluye y quedamos sin saber dónde reaparecerán. Y no faltan casos en que tomamos como enemigos a los amigos o que pueden ser amigos. Dirigimos nuestras acciones a enfrentar y golpear a los que no son y dejamos a los que sí son, bien tranquilos, agazapados y a buen recaudo por nuestra ceguera política. Gastamos mucho esfuerzo en mostrar fuerza atacando a quienes no son realmente los enemigos, y frente a los que sí son, somos frágiles, y a veces, deliberadamente agrandamos nuestra fragilidad. 

En esta complejidad, sin lugar a dudas, estamos expuestos a equivocarnos y cometer errores, sobre todo, si carecemos de fundamentos teóricos sólidos y de un mínimo de experiencias aprendidas tanto de lo que hemos hecho, como de la Historia del desarrollo social. Nada obtendremos creyendo que, con solo cambiarle el nombre a las cosas, a los problemas y a los hechos, ya hemos logrado deshacernos de ellos. La realidad, por muy dura que se presente, hay que llamarla por su nombre, analizarla como es, como se presenta y enfrentarla como hay que enfrentarla: estudiándola, comprendiéndola y transformándola con las herramientas que nos proporciona el conocimiento objetivo y real de sus características esenciales. No hay más camino para avanzar. 


EL FARO SOCIAL 

Popayán, enero 30/2.024

sábado, 27 de enero de 2024

COLOMBIA ARDE,...

 COLOMBIA ARDE, MIENTRAS LA POLITIQUERIA SIGUE PARALISANDO LA BUROCRACIA Y LA CONGELA 


Así, literalmente. Colombia está ardiendo por los cuatro costados. Qué bueno fuera si el incendio votara llamas de “fuego” revolucionario. Pero no. Son las llamas físicas las que consumen vegetación de páramos, bosques contiguos y de otras áreas, destruyendo, no solo ese recurso ambiental; lo más grave es que destruye cadenas tróficas que son el sustento de la diversidad de especies y de la vida en el planeta. 

Con todo ello, lo más indignante es ver esa burocracia gubernamental paralizada, amodorrada, cabeceando adormilada en la desidia y la ineptitud, sabiendo desde hace meses que estos acontecimientos sucederían, y ese grosero espectáculo de algunos de los llamados organismos de control, de medios y algunos periodistas más interesados en descargar la culpabilidad en uno u otro funcionario, y claro, en el que no podía faltar: Petro. 

Más que la perversidad y perfidia de los voceros y representantes de los sectores de la extrema derecha y la derecha, de los inocuos discursos de los moderados, de los patiamarillos de todos lados, y de las altisonantes arengas de los voceros y representantes de “izquierdas” completamente desteñidas, los incendios han puesto totalmente al descubierto, han desnudado y exhibido a plena luz todas las vergüenzas de la burocracia gubernamental y especialmente de una institucionalidad totalmente inservible, sin más oficio que estorbar, pero de repeso, muy costosa. 

Desde hace meses estaban avisados de lo que se vendría. Sin embargo, ni Municipios, ni Gobernaciones ni el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (DAGRD) que tienen que ver directamente con la prevención de esos acontecimientos u otros semejantes, y como función, estar preparados para estas eventualidades, hicieron nada, si no, por evitar, al menos, prevenir buena parte de lo que está sucediendo. Y este no es un asunto que se pueda resolver, como pretenden ciertos funcionarios de los organismos de control, medios, periodistas y politiqueros que cuando ya el incendio está fuera de control, salen a lavarse las manos, descargando la responsabilidad en uno u otro funcionario, es decir, individualizando y personificando los problemas, como si los individuos pudieran determinar por sí y de por sí, lo que solo es facultad de la institucionalidad en su conjunto. Que el país, la institucionalidad en su conjunto, el aparato gubernamental, y particularmente las entidades que tienen que ver directamente con esos asuntos no estaban preparados para atender lo que se sabía que iba a suceder, es una verdad de apuño. Pero decir eso, tampoco resuelve nada. 

Sin pretender restarle importancia a lo que está sucediendo en el páramo de San Turban en Santander, dado que ese es un sostén fundamental de la cadena de páramos de la región, lo mismo podemos decir de lo que ya está ocurriendo en un sector de la cadena de páramos del macizo colombiano en el Cauca, pues ésta, recarga y alimenta las cuatro grandes cuencas hidrográficas del país; y es el mismo caso del páramo de Sumapaz y el resto de esa cadena que alimenta nada más ni nada menos que la gran cuenca amazónica. ¿Nos parece poco lo que está en juego y en fuego para Colombia y el mundo? 

Sin embargo, esa institucionalidad en su conjunto, ese aparato gubernamental y el régimen politiquero que los sustenta, están como los osos polares, solo esperando que asomen la foca o la morsa para devorarlas. Están congelados por la politiquería. Y para colmo de males, son extremadamente costosos, porque fuera de lo que normal y legalmente cuesta mantenerlos, hay que costearles toda la corrupción que allí abunda. ¿Qué han hecho esas pomposamente llamadas “autoridades ambientales” de las Corporaciones Autónomas Regionales? Autónomas para consumir gruesos recursos, cobrar impuestos, multas y no hacer nada. Porque los empleados y trabajadores de estas entidades están, por el momento, a la espera de que los nuevos gobernadores, la mayoría de los que llegaron, fueron puestos por la politiquería tradicional para recuperar los gobiernos locales, les renueven los contratos de prestación de servicios. Es decir, paralizados. 

El Cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil, la Fuerza Pública en todos sus componentes, pueden y deben ayudar en estos casos de emergencia, a conjurar mayores daños en emergencias como la que se está presentando. Pero el problema fundamental es que las comunidades que son las que deben tomar en sus manos y asumir el manejo de ese tipo de situaciones, no pueden hacerlo porque se les ha despojado del poder que tienen o deberían tener para resolver esos asuntos, no tienen un real apoyo institucional y gubernamental y porque están desorganizadas o fragmentadas en multitud de organizaciones en donde ninguna sirve tampoco, porque la politiquería de todos los sabores y colores, las diezmó y aniquiló.

Hemos podido apreciar perfectamente por los noticieros a personas de las comunidades haciendo increíbles esfuerzos por conjurar los riesgos o detener los incendios con ramas de la misma vegetación, totalmente desprovistos de instrumentos, de medios técnicos, de apoyo de las mismas comunidades e institucional y, sobre todo de organización. Allí es donde se requiere y salta a la vista, la enorme importancia de la gran movilización social organizada que se necesita para enfrentar esas situaciones y desarrollar la capacidad creativa y la fuerza colectiva para sobreponerse a la adversidad. 

Tanto que hablamos de reformas, de apoyar procesos de reformas democráticas, deberíamos charlatanear menos y hacer más en esa dirección. Este sí sería un verdadero proceso de cambio democrático: Devolverle o si se quiere, recuperarle la capacidad de DECISIÓN POLÍTICA a las comunidades y ellas nos enseñarán y darán lecciones de cómo es que hay que hacer las cosas, en este caso, los planes de prevención del riesgo de desastres. Dejar esa manía de estar creando organizaciones para cuanta chuchería hay, pero para atender los problemas fundamentales ninguna hace nada ni sirve porque, en gran parte, la misma normatividad institucional, hasta se los prohíbe. Sería un gran avance si decidiéramos acabar con tanta vagabundería y le devolviéramos el Poder de decidir a las comunidades. Solo entonces, veríamos florecer la democracia de la que tanto nos gusta discursear, pero no ejercer, aplicar ni respetar; ver y sentir esa enorme capacidad que reside en su seno para resolver los problemas que se le presentan, y que esa burocracia con su mentalidad y espíritu mediocres que a todo momento tratan de ocultar con su actitud arrogante, jamás podrá hacer. 

Pero ese florecer, que de ninguna manera es fantasía ni lo concebimos en forma fantástica porque tenemos experiencias vivas en diferentes aspectos, no surgen como por encanto ni se dan espontáneamente, o si en algunos momentos brotan espontáneamente, de la misma manera desaparecerán. Por eso, es allí donde adquiere el verdadero sentido la insistencia en la obligación que tenemos de la construcción continua, sistemática y constante, de una sólida fuerza política capaz de remover todos esos obstáculos y estorbos que paralizan y aniquilan la capacidad de las comunidades, movilizarlas, organizarlas, orientarlas y poner en acción todas sus fuerzas e iniciativas, proceso en el cual, de nada sirve limitarse a dar órdenes, lanzar mensajes por las redes o a hacer publicidad por radio y televisión. 

He ahí, una de las tantas razones por las cuales no nos hemos dejado ilusionar por las promesas de reformas sin tocar, sin modificar en nada esa estructura institucional burocrática, no solo inservible, sino peor aún, profundamente corroída y que bloquea cualquier propósito político que busque mejorar las condiciones de vida de las comunidades y que implique cambios que nos les garanticen los privilegios de que disfrutan y la permanencia en el mando sobre ellas. 

Y en medio del ardor de las quemaduras por las llamas de los incendios, nos ha caído un baldado de agua fresca que nos reconforta, mitiga el dolor y nos llena de optimismo. Así hemos recibido la noticia de las decisiones tomadas por el Presidente Petro desde el Gobierno nacional de echar a andar la terminación de la carretera, la Central Hidroeléctrica del rio Micay y el puerto de aguas profundas para el Pacífico caucano. Esperamos que el Gobierno nacional y personalmente el Presidente, pongan en acción estas decisiones cuanto antes. Que remuevan, donde haya que remover, esa burocracia encomendada por los encomenderos de la politiquería tradicional y los caucanos podamos ver, por fin, que nuestros sueños, comienzan a hacerse realidad. Apoyamos y llamamos a todos los caucanos, a quienes nos ha dolido tanto y nos duele la situación lamentable en que se ha debatido el Departamento, a poyar con todas nuestras fuerzas, esas decisiones. 

Algunos de los que hoy conformamos EL FARO SOCIAL, desde la década de los años 80 del siglo XX, hemos insistido en la imperiosa necesidad de vincularnos y vincular al Pacífico, desde las dimensiones económica, política, social y cultural en un resurgir de integración y progreso colectivos. Desde luego, que en el Pacífico se puede y se debe hacer eso y mucho más. El potencial humano, energético y de riquezas marítimas que allí existe, son incalculables, y con la ejecución de esas decisiones para comenzar, se creará una dinámica de gran importancia para el Cauca. Solo que, a los gamonales aristócratas de Popayán, nunca les interesó integrarse e integrar al Pacífico para que “la ciudad culta”, “la ciudad universitaria” y ahora “blanca”, “no se les llenara de negros”. Estos eran útiles y necesarios en el Patía o en el Norte del Cauca para el trabajo en las minas en la Colonia y buena parte de la República, pero lejos o bien lejos, en el Pacífico, fuera de Popayán. 

¡Definitivamente sí! ¡Por eso y para eso, necesitamos incendiar el país con “fuego” revolucionario! ¡No hacerlo, significa dejar que otros fuegos físicos nos consuman! 


EL FARO SOCIAL 

Popayán, enero 26/2.024

martes, 23 de enero de 2024

A PIEDAD CORDOBA. ...

 A PIEDAD CORDOBA. IN MEMORIAN 


Pocas mujeres en Colombia han podido o han querido destacarse, superando obstáculos y barreras, rompiendo hábitos y costumbres más que conservadores, ultrarreaccionarios de una sociedad patriarcal, tenazmente aferrada a las creencias religiosas de las jerarquías Católicas, resumidas en la defensa de Tradición, Familia y Propiedad, en el dominio de la gran propiedad territorial y de todos los preceptos religiosos, en particular, los relacionados con el papel de la mujer en la sociedad moderna, su sumisión y reclusión a la vida hogareña y la consecuente exclusión de su participación en la vida pública que dominaron todo el siglo XIX, hasta bien entrado el siglo XX. 

Y muy a pesar de que a partir de los años 30 del siglo XX vinieran significativos avances en el fortalecimiento de fuerzas políticas y cambios institucionales que consolidaron el ejercicio de derechos democráticos, esas fuerzas ultramontanas se han mantenido y, aún hoy, siguen acudiendo a procedimientos violentos, prácticas y comportamientos políticos, sociales y culturales absolutamente intolerables de oposición y rechazo a todo intento de modificar ese statu quo para avanzar a una sociedad en la que impere la democracia liberal en evolución y cambio, rumbo a normatividades más conscientes y libres de convivencia. 

Lo vivido por Piedad Córdoba en su lucha por avanzar hacia la consolidación de un ambiente político y social de conquista y ejercicio de reivindicaciones y derechos democráticos, y en particular, por la solución negociada del conflicto armado en Colombia, son el monumento y testimonio imperecedero de lo que le acontece a personas, y sobre todo a mujeres como ella que se atreven a desafiar y pasar por encima de símbolos y simbolismos mantenidos, sostenidos y adornados por esas jerarquías político-religiosas para reforzar a diario el dominio ideológico sobre la servidumbre; que se atreven a pensar y luchar contra una legalidad impuesta para someter a los mismos que la legitiman cada cuatro años; a proponer el cambio de un orden que solo ha beneficiado y beneficia a esas jerarquías. 

Al caminar por ese tortuoso camino de propender, procurar, ayudar y hacer todo lo que estuvo a su alcance para lograr la solución negociada del conflicto armado interno en Colombia, en una situación política y social tan radicalizada y compleja por la intervención de fuerzas político-militares internas y externas, ultrarreaccionarias unas, supuestamente revolucionarias otras, con intereses económicos y políticos inmediatos tan opuestos, convenidos y concertados unos y encontrados otros; en unas condiciones en que no había libreto preparado que sirviera, en que no había camino y había que hacerlo al andar, Piedad, como toda persona que no solo habla sino que actúa en situaciones semejantes, tuvo que cometer errores, tal vez voluntarios unos e involuntarios otros. 

Pero la Negra (como cariñosamente le decían), caminó. Caminó bien e hizo lo que había que hacer. Fue consecuente con su posición de liberal demócrata. Demostró su gran carácter, su gran voluntad política para enfrentarse a las adversidades, sin dejarse doblegar por los grotescos ataques de que fue víctima. Siempre asumió ante esa conducta de sus detractores, gestos y respuestas con altura, con generosidad. Porque la verdad es que adversarios no tuvo. Lo que no le faltó fue detractores y verdugos. 

La opinión pública progresista nacional, de América Latina y quienes hemos estado atentos a todos estos acontecimientos, pudimos presenciar la gran campaña sucia, asquerosa, digna solo de quienes acuden a los métodos más reprobables para descalificar, demeritar, difamar, destruir y aniquilar, no solo a la persona como persona, sino principalmente a lo que ella representa, a la validez y grandeza de su lucha, a lo que significan los motivos de lucha por acabar privilegios a los que se aferran y defienden, no importa los medios a los que deciden acudir. 

Desde antes de existir nuestro sector político organizado EL FARO SOCIAL, estuvimos muy atentos a sus acciones políticas en pro de llegar a la solución política del conflicto armado en Colombia y en algún momento intentamos establecer comunicación con ella para compartir nuestras opiniones sobre el particular y apoyar el proceso, pero no tuvimos éxito en nuestros propósitos. Sin embargo, siempre estuvimos atentos a la evolución del mismo y mantuvimos nuestra posición de apoyo para lograrlo. Ahora, EL FARO SOCIAL se une a todas las voces de reconocimiento a una personalidad tan valiosa como ella. 

Hacemos este sencillo pero sentido homenaje para resaltar su obra, su lucha y su aporte a un proceso tan necesario en un momento crucial, pero que esas fuerzas ultraderechistas han hecho todo lo que ha estado a su alcance por “volverlo trizas” como dijeron, y siguen empeñadas en demeritarlo y enterrarlo. 

¡Querida Piedad! ¡No te despedimos! ¡Te sentimos y sentiremos siempre al lado nuestro! 


EL FARO SOCIAL. 

Popayán, enero 22/2.024

lunes, 15 de enero de 2024

MAS APORTES PARA ENTENDER LA ESCALADA...

 MAS APORTES PARA ENTENDER EL PORQUE DE LA ESCALADA Y RIESGOS DE LA GUERRA EN ORIENTE MEDIO. 

Por obvias razones, hemos preferido tomar más aportes informativos sobre la peligrosa escalada de la guerra en Oriente Medio de BBC NEWS. En el periódico internacional ruso RT, hay muchos más artículos informativos con respecto al tema, pero se nos puede acusar de estar parcializados con la información proveniente de Rusia que no conviene a EL FARO SOCIAL, y tampoco es que difiera mucho, en cuanto a contenido y en la forma de informar, de lo que hacen y cómo lo hacen en BBC NEWS, salvo algunos matices que, desde luego, son entendibles. 

Los riesgos militares y geopolíticos que enfrenta Occidente al atacar a los hutíes en Yemen por su campaña en el mar Rojo 

Protesta en Yemen este viernes contra los ataques de EE.UU. y Reino Unido. Yemen FUENTE DE LA IMAGEN, EPA Pie de foto, Article information Author, Redacción Role, BBC News Mundo 12 enero 2024 

Medio Oriente está en alerta después de que Estados Unidos y Reino Unido lanzaran una serie de ataques aéreos y navales contra objetivos hutíes en Yemen el viernes. 

Los ataques de los dos aliados occidentales son en respuesta a la campaña de ataques con misiles y drones de los hutíes contra buques mercantes en el mar Rojo. 

Los hutíes condenaron los ataques de EE.UU. y Reino Unido y prometieron responder, lo que ha incrementado los temores de un conflicto más amplio en la región. 

“Es un evidente acto de agresión”, dijo el portavoz militar hutí Yahya Saree en una transmisión en la televisión. Y agregó que la acción “no quedará sin respuesta y sin ser castigada”. Irán también condenó los ataques contra Yemen calificándolos de “una clara violación de la soberanía y la integridad territorial de Yemen" y una violación del derecho internacional. 

Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan acusó a los aliados de intentar convertir el mar Rojo en un "mar de sangre". 

Los hutíes, que controlan el norte de Yemen y son respaldados por Irán, comenzaron en noviembre una campaña de ataques contra Israel y contra las cruciales vías de navegación comercial en el mar Rojo, que han perturbado seriamente el comercio internacional. 

Dijeron que llevaban a cabo esas acciones como una muestra de apoyo al grupo militante palestino Hamás en su guerra contra el ejército israelí en Gaza. 

Los países de Medio Oriente, varios de ellos aliados de Occidente, están mirando con preocupación lo que está ocurriendo en la región. 

Muchos se preguntan si la acción militar de EE.UU. y Reino Unido contra Yemen realmente podrá disuadir a los hutíes de continuar con su campaña en el mar Rojo. 

Y, si el movimiento decide responder, cuáles son los riesgos que enfrentan los aliados de Occidente con este grupo que ha sido capaz de sobrevivir a un conflicto armado de varios años contra la poderosa fuerza aérea de Arabia Saudita. 


Avión de la Fuerza Aérea británica durante los ataques de este viernes contra Yemen. FUENTE DE LA IMAGEN, GOBIERNO DE REINO UNIDO 

Poder de fuego. 

Cuando los hutíes comenzaron sus ataques en noviembre, Estados Unidos y sus aliados emitieron varios ultimátums al grupo advirtiéndole de graves consecuencias si no dejaban de atacar a las embarcaciones en el mar Rojo y el Canal de Suez. 

Los ataques, sin embargo, continuaron y las empresas navieras de todo el mundo que utilizan esa ruta de navegación debieron desviar cientos de embarcaciones por África, incrementando drásticamente tanto los costos como los tiempos de navegación. 

Como explica Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC, la continua campaña de los hutíes puso de manifiesto dos cosas. 

“En primer lugar, los hutíes, que controlan la costa del mar Rojo de su país, no dan marcha atrás ante la presión internacional”. 

“En segundo lugar, claramente tienen un poderoso arsenal de misiles y drones y no temen lanzarlos contra buques de guerra occidentales”, afirma Gardner. 

En un informe publicado el 10 de enero por el Royal United Services Intitute (Rusi), un centro de estudios basado en Londres, se detallan algunas de las armas más sofisticadas que poseen los hutíes. 

El informe indica que su arsenal incluye misiles balísticos antibuques Asef (ASBM) de 400 km de alcance, que llevan una ojiva de 500 kg y utilizan un buscador electro óptico para localizar a sus objetivos. 

También cuentan con el Al-Mandeb 2, un misil de crucero antibuques similar al que disparó Hezbolá en 2006 contra el barco israelí Hanit. 

El informe de Rusi afirma que los hutíes reciben informes sobre los movimientos marítimos en la zona de un barco de vigilancia iraní, el MV Behshad, que opera en el bajo mar Rojo, cerca del estrecho de Bab al-Mandab, a través del cual normalmente pasa alrededor del 15% del comercio mundial.


Desde noviembre los hutíes han llevado a cabo ataques contra embarcaciones en el mar Rojo en apoyo a Hamás en la guerra contra Israel. FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS 

El apoyo de Irán 

Después de una guerra civil que estalló en 2014 en Yemen, los hutíes ahora controlan la mayor parte del populoso norte del país, incluido el puerto de Hodeida, donde se encuentran detenidas algunas de las embarcaciones que han secuestrado en el mar Rojo. 

El año pasado, en un desfile militar en Saná, la capital de Yemen, los hutíes mostraron parte de su equipo militar, incluido un avión de combate, así como una serie de drones, misiles, vehículos, barcos y minas antibuques. 

Durante el desfile podían leerse pancartas que decían: "Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel".

Desde hace tiempo, Estados Unidos y los Estados del Golfo han acusado a Irán de suministrar a los hutíes tecnología de misiles y drones, así como entrenamiento. 

Con sus más de 20 ataques contra embarcaciones en el mar Rojo durante más de dos meses, los hutíes, además de exponer al mundo su apoyo por la causa palestina en Gaza, mostraron su capacidad para perjudicar los intereses de Occidente. 

Y, como señalan los expertos, proyectaron su imagen no sólo en la escena regional, sino en la internacional. 

“Los hutíes son muy buenos empresarios militares”, le dijo al Financial Times Farea al Muslimi, experto yemení del centro de estudios Chatham House de Londres. 

“Realmente creen que se les presentó la oportunidad adecuada para defender Palestina y oponerse a Israel, y para mostrar cuán hipócritas son otros países árabes [por no hacer lo mismo]”.“Mientras continúe la guerra en Gaza, los hutíes intensificarán (sus acciones) en el mar Rojo”, 

Los huties se han convertido en una poderosa fuerza militar en Yemen. FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS 

El factor palestino 

En efecto, la campaña de los hutíes en el mar Rojo expuso en la escena internacional la causa palestina y su apoyo a Hamás. 

Esta postura fue muy bien recibida entre su propia población y en casi todo Medio Oriente, donde el consenso popular es que Estados Unidos y sus aliados son parte del problema al alimentar la maquinaria de guerra de Israel y al bloquear los pedidos de un alto al fuego en Gaza. 

Muchos en los países árabes también han criticado la incapacidad de sus propios gobiernos para detener el creciente número de civiles muertos en Gaza, que ya supera los 22.000. 

Como explica Frank Gardner, a muchos de estos gobiernos árabes les desagradan los hutíes y sus aliados iraníes, pero “no se atreven a correr el riesgo de desencadenar disturbios civiles al unirse a cualquier acción militar contra los rebeldes”. “Ahora están en una posición complicada porque el apoyo de los hutíes a Hamás y su declarado desafío a Israel están demostrando ser populares entre las poblaciones árabes”.


Biden con el príncipe saudita Bin Salman. Arabia Saudita FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY 

El silencio de Arabia Saudita 

Un país importante en la región que se ha mantenido silencioso es Arabia Saudita. 

Los sauditas entraron en una sangrienta guerra civil contra los hutíes en Yemen en 2015 esperando someterlos con sus ataques aéreos y revertir su toma de control del país. 

La intervención saudita no funcionó y desde entonces unas 150.000 personas han muerto en Yemen.

Además, los hutíes no sólo resistieron los ataques de Arabia Saudita. También respondieron con sus propios ataques con misiles y drones contra aeropuertos, ciudades e instalaciones petroquímicas sauditas. 

Es probable que la resistencia de los hutíes frente a Arabia Saudita los haya alentado a desafiar las advertencias de EE.UU. y sus aliados, y a continuar con su campaña en el mar Rojo. 

Si su campaña continúa ahora se corre el riesgo de extender la guerra de Israel y Hamás más allá de esas fronteras y de que estalle un conflicto con Irán que muchos desean evitar. 

Como señala Nawal al Maghafi, corresponsal internacional de la BBC, EE.UU. y sus aliados esperan que sus ataques del viernes sean un elemento disuasivo para los hutíes, pero es poco probable que logren eliminar la amenaza que representa el grupo militar. 

“Militarmente, los hutíes han sido subestimados una y otra vez. Los lugares que fueron atacados (el viernes) apenas tocan la superficie en lo que respecta a sus capacidades militares, especialmente sus armas marítimas”, dice la corresponsal. 

“Si algo ha logrado la guerra contra los hutíes en Yemen en los últimos nueve años es el fortalecimiento de sus vínculos con Irán. Y con el apoyo iraní, parecen ser más estratégicos y estar mejor equipados de lo que nadie quiere reconocer”, agrega. 

Imagen de un soldado hutí en Yemen. FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY 

Quiénes son los hutíes de Yemen y por qué EE.UU. y Reino Unido lanzaron un ataque contra ellos 

Los hutíes se han convertido en una fuerza poderosa en Yemen. Combatientes hutíes en Saná, Yemen. Foto de archivo de 2019. FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS Article information Author, Redacción Role, BBC News 20 diciembre 2023 Actualizado 12 enero 2024 

EE.UU. y Reino Unido lanzaron este jueves un ataque militar conjunto contra objetivos hutíes en Yemen. 

La ofensiva ordenada por Washington y Londres contra varias provincias controladas por rebeldes ocurre tras meses de ataques por parte de los hutíes contra embarcaciones de banderas internacionales que utilizaban la ruta del mar Rojo. 

Los hutíes apoyan a Hamás en la guerra que estalló en Gaza el 7 de octubre tras el ataque que la milicia palestina lanzó contra Israel y que dejó 1.200 muertos. Más de 22.000 personas han perdido la vida en el territorio palestino por los ataques con los que Israel respondió. 

Los rebeldes advirtieron que atacarían los barcos cuyo destino fuera Israel, aunque no está claro que todos los buques afectados por su ofensiva se dirigieran a este país. 

Los hutíes, que desde 2015 buscan hacerse con el control de Yemen -país que está justo a las puertas del mar Rojo-, han lanzado misiles y drones contra navíos cargueros que trataban de cruzar el Canal de Suez con destino a Occidente desde Oriente y viceversa. 

Estos ataques forzaron a cinco grandes empresas, entre ellas la petrolera British Petroleum (BP) y las navieras MSC, CMA CGM, Maersk y Hapag-Lloyd, a utilizar otras rutas comerciales mucho más largas para proteger a sus tripulaciones, barcos y mercancías, causando interrupciones en el transporte marítimo internacional. 

A continuación, BBC Mundo te explica quiénes son los hutíes y el contexto en que se produce el ataque de este viernes. 



1. ¿Quiénes son los hutíes y cuál es su objetivo? 

Los hutíes son un grupo armado en Yemen de la minoría musulmana chiita del país, los zaidíes. 

Se formó en la década de 1990 para combatir lo que consideraban la corrupción del entonces presidente Alí Abdalá Salé. 

Toman su nombre del fundador del movimiento, Hussein al Houthi. También se llaman a sí mismos Ansarolá o los Partidarios de Dios. 

Después de la invasión de Irak encabezada por EE.UU. en 2003, los hutíes adoptaron el lema: "Dios es grande. Muerte a EE.UU. Muerte a Israel. Maldición a los judíos y victoria para el islam". 

Se declaran parte del "eje de resistencia" liderado por Irán contra Israel, EE.UU. y Occidente en general, junto con Hamás y Hezbolá. 

Esto explica por qué ahora están atacando barcos con destino a Israel en el Golfo, dice Hisham al Omeisy, experto en Yemen del Instituto Europeo de la Paz. "Ahora en realidad están luchando contra los imperialistas, contra los enemigos de la nación del islam... Eso resonó bien en su base", agregó. 

Los hutíes ganaron gran fuerza política en Yemen a principios de 2014, cuando se levantaron contra el sucesor de Alí Abdalá Salé como presidente, Abd-Rabbu Mansur Hadi. 

Habiendo llegado a un acuerdo con Salé, su antiguo enemigo, pretendían restaurarlo en el poder.

Tomaron el control de la provincia de Sadá en el norte de Yemen y, a principios de 2015, capturaron la capital, Saná, lo que obligó a Hadi a huir al extranjero. 

Arabia Saudita, vecino de Yemen, intervino militarmente para intentar derrocar a los hutíes y restaurar al presidente Hadi en el poder. Fue respaldado por Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. 

Los hutíes rechazaron sus ataques y han seguido controlando grandes zonas de Yemen. 

Mataron a Alí Abdalá Salé en 2017 cuando intentó cambiar de bando para unirse a los sauditas. 


Avión de la Fuerza Aérea de Reino Unido durante las operaciones contra los hutíes. FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS. 

2. ¿Quién respalda a los rebeldes hutíes? 

Los rebeldes hutíes siguen el modelo de Hezbolá, el grupo armado chiita de Líbano. 

Hezbolá les ha proporcionado amplia experiencia y entrenamiento militar desde 2014, según el Centro de Lucha contra el Terrorismo, un instituto militar de investigación estadounidense. 

Los hutíes también consideran a Irán como un aliado, porque Arabia Saudita es su enemigo común. 

Se sospecha que Irán suministra armas a los rebeldes hutíes. 

EE.UU. y Arabia Saudita dicen que Irán suministró los misiles balísticos que los hutíes dispararon contra la capital saudí, Riad, en 2017, que fueron derribados. 

Arabia Saudita también culpó a Irán de suministrar los misiles de crucero y los drones que los hutíes utilizaron para atacar las instalaciones petroleras saudíes en 2019. 

Los hutíes han disparado decenas de miles de misiles de corto alcance contra Arabia Saudita y también han atacado objetivos en Emiratos Árabes Unidos. 

El suministro de estas armas violaría un embargo de armas de la ONU. Irán ha negado haberlo hecho.

La mayoría de la población de Yemen vive en zonas bajo control del movimiento hutí. 


Combatientes hutíes en Saná, Yemen. Foto de archivo FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS. 

3. ¿Por qué EE.UU. y Reino Unido atacaron a los rebeldes hutíes en Yemen? 

Tras el inicio de las operaciones militares de Israel en Gaza, los rebeldes hutíes dispararon decenas de misiles y aviones no tripulados hacia territorio israelí, y han atacado varios buques comerciales en el mar Rojo con drones y misiles balísticos disparados desde la costa de Yemen. 

Buques de guerra estadounidenses, británicos y franceses han interceptado muchos de estos proyectiles, pero varios barcos resultaron alcanzados. 

En ese contexto, el Comando Central del ejército estadounidense dijo: "Estos ataques, si bien son lanzados por los hutíes en Yemen, están totalmente habilitados por Irán". 

Fue entonces cuando EE.UU. propuso un grupo de trabajo naval para proteger el transporte marítimo comercial contra nuevos ataques hutíes. 

Y este viernes, Estados Unidos y Reino Unido lanzaron una ofensiva que, de acuerdo al Pentágono, afectó "más de 60 objetivos en 16 ubicaciones de militantes hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán", incluidos sistemas de radar, sitios de almacenamiento y lanzamiento de drones, instalaciones de almacenamiento y lanzamiento de misiles y nodos de comando y control. 

También hubo reportes de ataques en Saná, la capital de Yemen, controlada por los hutíes, así como en el puerto hutí del mar Rojo de Hodeidah, Dhamar y Saada, el bastión del grupo en el noroeste del país.


Imágenes difundidas por los hutíes que muestran a sus combatientes secuestrando un barco en el mar Rojo el 21 de noviembre. FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS 

Los hutíes publicaron imágenes que muestran a sus combatientes secuestrando un barco en el mar Rojo el 21 de noviembre. 

"No dudaré en tomar medidas adicionales para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario", dijo el presidente Joe Biden tras confirmar los ataques. 

Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores de los hutíes, Hussein al-Izzi, afirmó en una televisora yemení que Estados Unidos y el Reino Unido “pagarán un alto precio” por esta “descarada agresión”. 

Un portavoz militar de los hutíes señaló además que 5 de sus miembros murieron y otros 6 resultaron heridos. 


Restos de un dron disparado desde Yemen hacia la capital de los Emiratos Árabes Unidos, Abu habi, en 2022. FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES 

4. ¿Cuán relevante es la zona en que ocurren los ataques? 

Todo esto ocurre en una de las principales rutas marítimas del mundo: cualquier barco que pase por el Canal de Suez hacia o desde el Océano Índico debe hacerlo por el estrecho de Bab al-Mandab y el Mar Rojo. 

El Canal de Suez es la ruta marítima más rápida entre Asia y Europa y es particularmente importante para el transporte de petróleo y gas natural licuado (GNL). 

Alrededor de nueve millones de barriles de petróleo por día se enviaron a través del Canal de Suez en la primera mitad de 2023, según la firma de análisis de transporte Vortexa. 

Por su parte, los analistas de S&P Global Market Intelligence dijeron que casi el 15% de los bienes importados a Europa, Medio Oriente y el norte de África fueron enviados desde Asia y el Golfo por mar. 

Eso incluye el 21,5% del petróleo refinado y más del 13% del petróleo crudo. 

Pero no se trata sólo del petróleo. Las embarcaciones transportan todo tipo de bienes de consumo que se ven en las tiendas, como televisores, ropa, zapatillas y equipamiento deportivo. 

Map: Map of Yemen 5

¿Qué tan poderosos son los hutíes y qué parte de Yemen controlan? 

El gobierno oficial de Yemen es el Consejo de Liderazgo Presidencial, al que el presidente Abd-Rabbu Mansur Hadi transfirió sus poderes en abril de 2022. Tiene su sede en Riad. 

Sin embargo, la mayor parte de la población yemení vive en zonas bajo control hutí, y la organización recauda impuestos en la parte norte del país y también imprime dinero. 

El Consejo de Seguridad de la ONU cita a un experto en el movimiento hutí, Ahmed al Bahri, quien afirma que en 2010 los hutíes tenían entre 100.000 y 120.000 seguidores, compuestos por tropas armadas y partidarios desarmados. 

La ONU también dijo que casi 1.500 niños reclutados por los hutíes de Yemen murieron en combates en 2020, y cientos más al año siguiente. 

Los hutíes controlan gran parte de la costa de Yemen en el mar Rojo, desde donde han estado lanzando sus ataques contra el transporte marítimo. 


Abd-Rabbu Mansur Hadi (izq.) y Alí Abdalá Salé (der.) en una ceremonia en el palacio presidencial de Saná, Yemen (27 de febrero de 2012) FUENTE DE LA IMAGEN. AFP  

Los hutíes pretendían derrocar al presidente de Yemen, Abd-Rabbu Mansur Hadi (izq.), y restaurar a Alí Abdalá Salé (der.)

sábado, 6 de enero de 2024

OTROS APORTES PARA EL ANALISIS DEL PROBLEMA PALESTINO

 OTROS APORTES PARA EL ANALISIS DEL PROBLEMA PALESTINO

Por la inocultable trascendencia que reviste la sistemática agresión al pueblo palestino, agregamos otros tres documentos que contribuyen a aclarar y conocer mejor la historia de lo que allí ha sucedido, está sucediendo y continuará, mientras los agresores sigan con las manos libres para promover, financiar y ayudar a realizar tanta atrocidad contra un pueblo que, además de haber sido despojado de su territorio, está siendo perseguido a donde quiera que baya. 

Declaración Balfour: las 67 palabras que cambiaron la historia de Medio Oriente y dieron pie a la creación del Estado de Israel. 

En el texto, fechado el 2 de noviembre de 1917, por primera vez el gobierno británico respaldó el establecimiento de “un hogar nacional para el pueblo judío” en Palestina 

2 de noviembre de 2023 03:52 

BBC Mundo


Arthur Balfour, canciller de Reino Unido en 1917, firmó el documento 

ESCUCHAR. 

Fueron 67 palabras escritas en una hoja de papel las que iniciaron uno de los conflictos más difíciles de resolver de los tiempos modernos. 

En medio de la escalada de la guerra entre Israel y Hamás -que ha dejado al menos 1400 muertos israelíes y más de 8500 muertos gazatíes, según las autoridades de ambos lados- se cumplen 106 años de la Declaración Balfour, un documento que dio pie a la creación del Estado de Israel y cambió la historia de Medio Oriente. 

En el texto, fechado el 2 de noviembre de 1917, en plena Primera Guerra Mundial, por primera vez el gobierno británico respaldó el establecimiento de “un hogar nacional para el pueblo judío” en Palestina.

En aquella época, la región de Palestina era controlada por Reino Unido, lo cual explica por qué la administración del territorio estaba en manos del gobierno británico. 

Mientras los israelíes consideran que el documento fue la piedra fundacional del Israel moderno, muchos árabes lo ven como un acto de traición, ya que habían colaborado con los británicos en su lucha contra el Imperio Otomano. 

La carta se refiere al "establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío" 


Arthur Balfour visitaba las colonias judías en Palestina 

¿Qué dice la Declaración Balfour? 

La declaración quedó sellada en una carta enviada por el ministro de Exteriores británico, Arthur Balfour, al barón Lionel Walter Rothschild, un líder de la comunidad judía en Gran Bretaña. 

El texto señala: 

Estimado Lord Rothschild 

Tengo gran placer en enviarle a usted, en nombre del gobierno de su Majestad, la siguiente declaración de apoyo a las aspiraciones de los judíos sionistas que ha sido remitida al gabinete y aprobada por el mismo. 

El gobierno de su Majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y usará sus mejores esfuerzos para facilitar el logro de este objetivo, quedando claramente entendido que no debe hacerse nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, o los derechos y el estatus político que disfrutan los judíos en cualquier otro país’. 

Estaré agradecido si usted hace esta declaración del conocimiento de la Federación Sionista. 

Arthur James Balfour

Quién fue Arthur James Balfour 



Arthur Balfour fue un político, filósofo y aristócrata británico 

La Declaración Balfour tomó su nombre de Arthur Balfour, el entonces ministro de Exteriores británico bajo el gobierno de David Lloyd George. 

Miembro de las altas esferas de la aristocracia británica, rico e intelectual, tan pronto terminó sus estudios en la Universidad de Cambridge ingresó al Parlamento como representante del Partido Conservador. 

De origen escocés, Balfour llegó a ser primer ministro de Reino Unido entre 1902 y 1905 y dedicó una parte importante de su carrera a los asuntos relacionados con la política exterior de su país. 

Balfour impulsó la idea de que el gobierno británico debía darle un claro respaldo al sionismo, un movimiento político nacido en Europa a fines del siglo XIX que buscaba la creación de una nación judía en lo que entonces se conocía como Palestina y que para los judíos era la antigua Tierra de Israel.


Balfour trabajó junto a Chaim Weizmann, Lionel Walter Rothschild y otros líderes sionistas en la declaración que llevaría su nombre. 

Al aristócrata se le atribuye haber convencido al Gabinete de Guerra para que emitiera la declaración, con el apoyo de líderes judíos influyentes en Reino Unido como Chaim Weizmann y Lionel Walter Rothschild. 

Mientras algunos creen que fue un cristiano sionista cuyo interés en el tema surgió por su interés en la historia de los judíos reflejada en el Antiguo Testamento de la Biblia, otros sostienen que Balfour estaba interesado en apoyar el proyecto sionista desde un punto de vista estratégico para obtener beneficios políticos. 

Quién fue Lionel Walter Rothschill. 


Lionel Walter Rothschild recibió la carta en su casa del 148 de la calle Piccadilly en Londres 

El político británico dirigió la histórica carta al barón Lionel WalterRothschild en su casa del 148 de la calle Piccadilly, quien era el jefe de la rama inglesa de una poderosa familia banquera y uno de los líderes de la comunidad judía británica. 

La acaudalada familia de banqueros internacionales Rothschild fue uno de los mayores patrocinadores de la creación de una patria judía en Palestina. 

Uno de sus miembros, Edmond Rothschild, firme creyente en el sionismo, realizó masivas compras de tierras en Palestina y financió asentamientos judíos en Palestina hacia finales del siglo XIX. 

En aquella época la familia Rothschild poseía una de las mayores fortunas privadas del mundo. Sus donaciones a la causa sionista eran consideradas tan significativas que Edmond Rothschild se ganó el apodo de “El Benefactor”. 


Una Postal israelí que conmemora la Declaración de Balfor 

De ahí en adelante la familia jugó un rol protagónico en la creación del Estado de Israel, hasta que Lionel terminó siendo el receptor de la Declaración Balfour en 1917. 

Muchos se preguntan por qué la declaración fue dirigida a Lionel Rothschild y no a Stuart Samuel, quien era presidente de la Junta de Diputados de Judíos británicos, el organismo oficialmente representativo de la comunidad judía en el país. 

Lo que pasa es que en ese momento había divisiones dentro de la organización entre judíos pro sionistas y judíos anti sionistas. Rothschild no tenía un cargo oficial, pero en la práctica era uno de los más importantes líderes de los judíos pro sionistas junto a Chaim Weizmann. 

Y como ellos tenían línea directa con Balfour, éste decidió enviar la misiva al banquero. De hecho, se ha dicho que el mismo Rothschild habría participado en la redacción del documento, pero no hay evidencia conocida que sustente la afirmación. 

Unos años más tarde, en 1925, Lionel Rothschild llegó a convertirse en presidente de la Junta de Diputados de Judíos británicos, la principal organización que representaba a la comunidad judía en Reino Unido. 

Qué buscaba la carta 


Chaim Weizmann, Arthur Balfour y Nahum Sokolow apoyaban las aspiraciones sionistas 

El gobierno británico esperaba que la declaración ayudara a poner a los judíos, especialmente a los residentes en Estados Unidos, a favor de las potencias aliadas durante la I Guerra Mundial (1914-1918).

Los líderes británicos, sostienen algunos historiadores, consideraban que la comunidad judía tenía suficiente poder económico e influencia en las finanzas internacionales como para ayudarlos a ganar el conflicto bélico. 

Otros expertos argumentan que Gran Bretaña también buscaba un punto de apoyo firme en Medio Oriente para cuando acabara la guerra. 

Independientemente de las motivaciones específicas que llevaron a la redacción de la carta, su influencia ha sido fundamental en el desarrollo de los acontecimientos que llevaron a la creación del Estado de Israel en 1948 y el posterior desplazamiento de cientos de miles de palestinos de la región.


Esta fotografía de 1938 muestra a la policía judía saliendo de un asentamiento en Palestina. 

Para los israelíes la Declaración Balfour es el documento que dio origen al sueño de una nación en la antigua Tierra de Israel, mientras que para los palestinos es el inicio de sus padecimientos que se arrastran hasta el día de hoy. 
Incluso critican que no se les dio nombre en el documento al mencionarlos como “las comunidades no judías existentes en Palestina”. 
Tras la derrota del Imperio Otomano en la I Guerra Mundial, la Declaración Balfour fue respaldada por las potencias aliadas e incluida en el Mandato Británico sobre Palestina, aprobado por la Liga de las Naciones (organismo que antecedió a la ONU) en julio de 1922, mediante el cual Reino Unido quedaba formalmente encargado de la administración de esos territorios. 
En la década de los años 30, la población árabe que habitaba la zona comenzó a mostrar su descontento respecto al rápido aumento de la población judía y la violencia entre ambas comunidades creció progresivamente. 


Una protesta de palestinos en Jerusalén contra la migración de judíos durante el mandato británico de la región (previa a 1933 

Para intentar atenuar las protestas, los británicos decidieron ponerle cuotas a la migración judía, pero tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la presión para crear un Estado judío creció a medida que se revelaban los horrores cometidos durante el Holocausto. 
La medianoche del 14 de mayo de 1948 expiró el Mandato Británico de Palestina y los británicos abandonaron formalmente el territorio. Ese mismo día Israel declaró su independencia . 
 Arthur Balfour envió la declaración en plena Primera Guerra Mundial BBC Mundo 

 Enviado en WhatsApp de EL FARO SOCIAL en nov. 25/2.023

 
BBC News, Mundo 
Más allá de Rusia y Ucrania: 6 conflictos armados que están ocurriendo en el mundo 
Daniel Gallas BBC News Brasil en Londres 15 marzo 2022 



Una mujer sostiene a un niño dentro de la escuela secundaria Adiha, que se ha convertido en un refugio temporal para las personas desplazadas por el conflicto, en la ciudad de Mekele, región de Tigré, Etiopía, el 12 de marzo de 2021.FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS. Pie de foto
 
Una guerra de 16 meses en Etiopía dejó ya a 900.000 personas hambrientas. 
La guerra de Ucrania está provocando una movilización internacional como pocas en las últimas décadas. 
Incluso sin que ningún país haya enviado tropas, Ucrania ha estado recibiendo apoyo militar, ayuda humanitaria y manifestaciones de apoyo de diferentes partes del mundo. 
En cuestión de días, Estados Unidos y Europa impusieron a Rusia uno de los mayores paquetes de sanciones internacionales jamás vistos contra otro país. 
La pasada semana, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenzky, se convirtió en el primer líder mundial en dar un discurso ante el Parlamento británico -por videoconferencia-, donde recibió una ovación de pie, como ha sido el caso en casi todas las participaciones de funcionarios ucranianos en foros internacionales. 
El conflicto es el titular principal en la mayoría de los medios de prensa del mundo. 
Se estima que la guerra en Ucrania, que puede estar apenas comenzando, ya cobró cientos de vidas de civiles y ha obligado al menos a 3 millones de personas a huir de sus hogares, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La situación humanitaria de Ucrania es preocupante y varios organismos internacionales han dado la voz de alarma. 
Sin embargo, en comparación con otros conflictos que existen en el mundo hoy en día, hay más muertes y sufrimiento humano causado en otras guerras que reciben menos atención y ayuda internacional. 
Es el caso del conflicto en Yemen, por ejemplo, que lleva activo al menos 11 años. Las cifras son impactantes: más de 233.000 muertos y 2,3 millones de niños con desnutrición aguda. Falta agua potable y atención médica para la población. 
La ONU clasifica a Yemen como en la peor situación humanitaria del mundo. 
También lejos del foco diplomático internacional está una guerra que comenzó en noviembre de 2020 en Etiopía entre el gobierno central y un partido político en la región de Tigray. 
El conflicto no da señales de terminar pronto y se estima que más de 9 millones de etíopes necesitan algún tipo de ayuda humanitaria. 
Hay informes de crímenes de guerra, como el asesinato de civiles y violaciones masivas. 
"Algunos son más iguales que otros" 
El estallido de la guerra en Ucrania ha llevado a personas involucradas en otros conflictos a preguntarse por qué hay tal diferencia en el tratamiento internacional dado a los acontecimientos. 
"Ha habido una sorpresa palpable en nuestro continente de que no todos los conflictos armados son tratados con la misma falta de interés que reciben gran parte de los combates en África", escribió el periodista argelino-canadiense Maher Mezahi en un artículo para la BBC, comparando las repercusiones del conflicto de Ucrania con otros en Etiopía y Camerún. 
"Sí, [en los conflictos africanos] hay declaraciones de preocupación y enviados internacionales en misiones, pero no hay cobertura las 24 horas, no hay declaraciones televisadas en vivo de líderes mundiales ni ofertas entusiastas de ayuda".  
"Todos somos iguales, pero algunos son más iguales que otros". 
Para el presidente de la ONG International Crisis Group, Comfort Ero, es preocupante que hoy haya tanto sufrimiento humano en el mundo y este problema debería estar en lo más alto de la agenda internacional. 
"Es cierto que una de las preocupaciones en todo el mundo, y especialmente en África, es darse cuenta de que la rapidez de Europa y sus aliados, especialmente Estados Unidos, [en reaccionar a la guerra en Ucrania] sugiere que un conflicto en Europa es más en serio", le dijo Ero a BBC News Brasil. 
La organización monitorea los conflictos en todo el mundo y, a principios de este año, creó una lista de diez conflictos internacionales que necesitan atención internacional. Entre los enumerados se encuentran Yemen, Etiopía y Myanmar. 
Pero incluso Crisis Group puso a Ucrania en la parte superior de su lista, entendiendo que existen riesgos específicos en ese país que hacen que este conflicto sea una amenaza para la seguridad global, aún si el número de muertos y personas en situaciones humanitarias extremas es menor que en otros lugares del mundo. 
"Para Crisis Group, la guerra en Ucrania no es importante porque esté en Europa. Cada muerte, cada víctima, cada persona desplazada durante una guerra es una tragedia, sin importar dónde ocurra. Pero dicho esto, creo que la guerra de Ucrania tiene el potencial de ser el peligro inmediato más grave para la paz y la seguridad internacional, y es probablemente la violación más grave de la soberanía de otro país al menos desde Irak", dice el presidente de la ONG. 
A continuación, te presentamos seis conflictos que no siempre ocupan un lugar destacado en las noticias, pero que han causado sufrimiento humano a gran escala. 
1. Etiopía 



El conflicto en Etiopía lleva ya más de un año y ha causado un enorme sufrimiento. FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS. Pie de foto. 

El conflicto en Etiopía lleva ya más de un año y ha causado un enorme sufrimiento. 
La guerra en Etiopía, que empezó hace 16 meses, ha dejado a 900.000 personas muriendo de hambre, según estimaciones del gobierno de Estados Unidos. Los rebeldes que luchan en el país dicen que más de 9 millones de etíopes necesitan algún tipo de ayuda alimentaria. 
El conflicto, que estalló en noviembre de 2020, es uno de los más brutales del mundo actual, con informes de asesinatos de civiles y violaciones masivas, según Amnistía Internacional. 
La base es una disputa entre diferentes etnias que llevan casi 30 años intentando convivir. Desde 1994, Etiopía tiene un sistema de gobierno federal, a veces llamado federalismo étnico, en el que cada una de las diez regiones del país está controlada por diferentes grupos étnicos. 
Una de ellas es la región de Tigray, controlada por un partido político llamado Frente Popular de Liberación de Tigray, que está integrado por personas de esta etnia. El Frente lideraba una coalición de cuatro partidos que gobernó Etiopía desde 1991. 
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Bajo esta coalición, Etiopía se volvió más próspera y estable, a pesar de que creció la preocupación por los derechos humanos y el nivel de democracia. Este descontento se convirtió en protesta, lo que llevó a una reorganización del gobierno en la que el político Abiy Ahmed Ali se convirtió en primer ministro.

 Abiy liberalizó la política, creó un nuevo partido (el Partido de la Prosperidad) y destituyó a los principales líderes gubernamentales acusados de corrupción y represión. 
Puso fin a una disputa territorial de larga data con la vecina Eritrea y recibió el Premio Nobel de la Paz en 2019. 
Sin embargo, los políticos de Tigray vieron las reformas de Abiy como un intento de centralizar el poder y destruir el sistema federal de Etiopía. 
En 2020, Tigray celebró unas elecciones locales que Abiy consideró ilegales. En noviembre de ese año estalló el conflicto. 
Soldados eritreos aliados con el gobierno etíope también combaten en Tigray. Ambas partes del conflicto fueron acusadas de atrocidades. Por ahora, no hay señales de que el conflicto pueda llegar a su fin, ya que ni siquiera hay negociaciones en curso. 

2. Yemen

La ONU dice que la situación en Yemen es el peor desastre humanitario de la actualidad. FUENTE DE LA IMAGEN, EPA. Pie de foto 

La ONU dice que la situación en Yemen es el peor desastre humanitario de la actualidad. 
La ONU dice que la guerra en Yemen tiene niveles impactantes de sufrimiento y que causó el peor desastre humanitario del mundo. 
El conflicto ya provocó 233.000 muertes, incluidas 131.000 por causas indirectas como la falta de alimentos, servicios de salud e infraestructura. Más de 10.000 niños han muerto como resultado directo de los combates. 
Cuatro millones de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares y más de 20,7 millones (71% de la población del país) necesitan algún tipo de asistencia humanitaria o protección para su supervivencia.

 Según la ONU, 5 millones de yemeníes están al borde de la hambruna y casi 50.000 ya están experimentando condiciones similares a las de la hambruna. Se estima que 2,3 millones de niños menores de cinco años sufren de desnutrición aguda, incluidos 400.000 que corren el riesgo de morir sin tratamiento, según la ONU. 
Con solo la mitad de las 3.500 instalaciones médicas del país en pleno funcionamiento y el 20% de los distritos sin médicos, casi 20 millones de personas carecen de acceso a una atención médica adecuada. Una de cada dos personas tampoco tiene acceso a agua potable. 
El conflicto tiene sus raíces en el fracaso de un proceso político que se suponía traería estabilidad a Yemen después de la Revolución Yemení de 2011, que fue parte de la Primavera Árabe, que obligó al presidente autoritario de larga data Alí Abdalá Salé a entregar el poder a su vicepresidente, Abd Rabbuh Mansur Hadi. 
Como presidente, Hadi luchó con una serie de problemas, incluidos los ataques de los yihadistas, un movimiento separatista en el sur, la continua lealtad del personal de seguridad a Salé, así como la corrupción, el desempleo y la inseguridad alimentaria.  
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El movimiento hutí -formalmente conocido como Ansar Allah (Partisanos de Dios)- se aprovechó de la debilidad del nuevo presidente. Los hutíes, que defienden a la minoría musulmana chiita zaidí de Yemen y han combatido una serie de rebeliones contra Salé durante la década anterior, tomaron el control de la región norte central de la provincia de Sadah a principios de 2014 y comenzaron a avanzar hacia el sur. Desilusionados con el gobierno, muchos yemeníes comunes, incluidos los sunitas, los apoyaron y, a fines de 2014, los rebeldes comenzaron a apoderarse de la capital, Saná. 
Lo que sucede en Yemen podría exacerbar en gran medida las tensiones regionales. También preocupa a Occidente por la amenaza de ataques, como los de al Qaeda o afiliados al grupo yihadista Estado Islámico (EI), que surgen desde ese país a medida que se vuelve más inestable. 
Los hutíes y las fuerzas de seguridad leales a Salé que supuestamente apoyaron a sus antiguos enemigos en un intento por recuperar el poder, trataron de tomar el control de todo el país, lo que obligó a Hadi a huir al extranjero en marzo de 2015. 
Otros países de la región, las potencias regionales rivales Irán y Arabia Saudita, han estado involucrados en el conflicto. 
Alarmados por el surgimiento de un grupo que creían apoyado militarmente por el poder regional chiita y el rival Irán, Arabia Saudita y otros ocho estados árabes, en su mayoría sunitas, comenzaron una campaña aérea destinada a derrotar a los hutíes, poner fin a la influencia iraní en Yemen y restaurar el gobierno de Hadi. 
La coalición recibió apoyo logístico y de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido y Francia. 
Los analistas esperaban que la guerra durara unas pocas semanas, pero ha durado ocho años y en los últimos años hubo una escalada de violencia. 

3. Myanmar 


Las protestas en Myanmar han llegado al punto de la guerra civil, según algunos analistas. FUENTE DE LA IMAGEN, EPA. Pie de foto

Myanmar es otra región que ha registrado tensiones políticas y étnicas durante años, y muchos analistas dicen que el país se encuentra en medio de una guerra civil. La violencia allí ha aumentado en los últimos meses. 
Los militares de Tatmadaw (Ejército) dieron un golpe de Estado en Myanmar y tomaron el control del país el 1º de febrero de 2021, después de una elección general ganada por un amplio margen por el partido de la líder Aung San Suu Kyi. 
Los activistas de la oposición formaron una campaña incitando a la desobediencia civil, con huelgas y protestas masivas contra el golpe. Los militares utilizaron la violencia para dispersar los movimientos y la desobediencia civil se intensificó, llegando al punto de una verdadera guerra civil.
  
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 Las milicias locales que se hacen llamar Fuerzas de Defensa del Pueblo atacaron convoyes militares y asesinaron a funcionarios. 
El comandante en jefe Min Aung Hlaing asumió el poder. Ha recibido condenas y sanciones internacionales por su presunto papel en los ataques militares contra las minorías étnicas. El ejército prometió celebrar elecciones "libres y justas" una vez que finalice el estado de emergencia en Myanmar.

 La ONG humanitaria International Rescue Committee estima que los conflictos que se extendieron por todo el país desde que los militares tomaron el poder provocaron el desplazamiento de 220.000 personas en 2021. 
Según esa organización, más de 14 millones de personas (más del 25% de la población del país) necesitan algún tipo de ayuda humanitaria. Se cree que más de 10.000 personas murieron por el conflicto desde febrero del año pasado. 

3. Siria
 

Las ciudades del norte de Siria, como Tadif (en la foto), siguen siendo escenario de batallas. FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS. Pie de foto.

Las protestas inicialmente pacíficas contra el presidente sirio Bashar al Asad en 2011 se convirtieron en una guerra civil a gran escala que lleva más de una década. 
El conflicto dejó más de 380.000 muertos, arrasó ciudades e involucró a otros países. Más de 200.000 personas están desaparecidas y se presume que también murieron. 
En marzo de 2011 estallaron manifestaciones a favor de la democracia en la ciudad sureña de Daraa, inspiradas en la Primavera Árabe. Cuando el gobierno sirio usó la fuerza letal para aplastar la disidencia, estallaron en todo el país protestas que exigían la renuncia del presidente.  
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La violencia escaló rápidamente y el país se sumió en una guerra civil. Surgieron cientos de grupos rebeldes y no pasó mucho tiempo antes de que el conflicto se convirtiera en algo más que una batalla entre sirios a favor o en contra de Al Asad. Potencias extranjeras como Rusia, EE.UU., Reino Unido y Francia comenzaron a tomar partido, enviando dinero, armas y combatientes, y a medida que el caos empeoraba, organizaciones extremistas yihadistas con sus propias agendas, como el grupo EI y al Qaeda también estuvieron involucrados. 
El conflicto es uno de los más sangrientos del planeta en los últimos años. Más de 2 millones de personas sufrieron algún tipo de lesión. Más de la mitad de la población del país antes de la guerra (que era de 22 millones) tuvo que abandonar sus hogares. Muchos todavía están dentro del país, pero Líbano, Jordania y Turquía recibieron a la mayoría de los refugiados. La guerra ha disminuido en intensidad, ya que Asad logró dominar gran parte del país. Pero todavía hay resistencia en muchas partes de Siria, y los observadores internacionales creen que el conflicto no está cerca de terminar, lo que se espera que cause aún más muertes y problemas humanitarios en los próximos años. 

4. Militantes islamistas en África
 
Cabo Delgado, en Mozambique, es uno de los focos de violencia en África. FUENTE DE LA IMAGEN, EPA. Pie de foto, 

Después de derrocado Estado Islámico en Medio Oriente en 2017, los grupos islamistas militantes se fueron cada vez más hacia África, donde los gobiernos frágiles no siempre pueden luchar contra su influencia. 
Los grupos yihadistas intentan dominar diferentes regiones de varios países, como Malí, Níger, Burkina Faso, Somalia, Congo y Mozambique. 
En Mozambique se cree que una milicia en la región de Cabo Delgado tiene vínculos con el grupo EI.

Cabo Delgado tiene ricas reservas de gas natural en alta mar que se están explorando en colaboración con empresas multinacionales de energía. Pero los altos niveles de pobreza y las disputas por el acceso a la tierra y al trabajo hacen que muchos decidan unirse a las milicias islámicas. 
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Los ataques de grupos militantes aumentaron significativamente en el último año. 
Los grupos de derechos humanos dicen que ha habido una gran destrucción en el norte de Mozambique por parte de los militantes, con reportes de asesinatos, decapitaciones y secuestros. En un incidente, 50 personas fueron decapitadas en un campo de fútbol durante un fin de semana. 
Frente a la creciente insurgencia, el gobierno mozambiqueño invitó a asesores militares estadounidenses para que sus soldados entrenen a las fuerzas locales. 
El año pasado, el gobierno de Mozambique acordó recibir tropas de Ruanda y de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional, un bloque regional. Estas fuerzas revirtieron los logros de los insurgentes, aunque los militantes parecen estar reagrupándose. 
Hay temores de que este conflicto pueda prolongarse, generando innumerables muertes y problemas humanitarios. 

6. Afganistán
 
Afganistán fue una vez uno de los conflictos más publicitados del mundo, luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra EE.UU. 
El gobierno de Estados Unidos invadió el país alegando que los talibanes estaban detrás de los ataques. Tras dos décadas de intensos combates y miles de muertos, los talibanes volvieron al poder en agosto de 2021. 
El nivel de violencia ha disminuido drásticamente en el país, pero las ONG ahora advierten que Afganistán posiblemente enfrentará una de las crisis humanitarias más graves que jamás haya visto debido a las sanciones y el aislamiento impuestos por gran parte del mundo. 

Enviado en WhatsApp de EL FARO SOCIAL en nov. 26/2.02

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