lunes, 30 de enero de 2023

A LA MOVILIZACION POPULAR ESTE 14 DE FEBRERO

 Hemos sido suficientemente claros y explícitos al expresar que, por el hecho de tener una posición política independiente frente al Pacto Histórico, a Colombia Humana y en particular, frente al hoy Presidente Gustavo Petro, eso, de ninguna manera significa que asumamos posiciones en contra de todas las propuestas políticas, soluciones programáticas planteadas por ellos y las realizaciones que lleven a cabo. Hemos expresado con entera claridad, que apoyamos todas las reformas que contribuyan a profundizar y consolidar el proceso de democratización política del país, como la reforma agraria, en especial, para hacer justicia con todas las víctimas del despojo, desplazamiento forzado y la violencia; las reformas laboral, pensional, a la salud y la reforma política para mejorar la acción de los partidos y grupos políticos populares y democráticos, lo mismo que las medidas y cambios políticos que consideremos urgentes, necesarios y beneficiosos para las comunidades, de acuerdo a la situación política concreta que estamos viviendo. 

Nos parece sumamente importante en este momento, la reforma política, en la cual se redefina con la mayor claridad posible, el papel, la acción y la responsabilidad de los partidos y grupos políticos interesados en las transformaciones estructurales que necesita el país. En Colombia, cargamos con una deuda histórica con la sociedad, debido a que hemos aplazado indefinidamente un debate trascendental, alrededor del manejo, ya secular de los gremios económicos (ANDI, FENALCO, ASOBANCARIA, FNC, FEDEGAN y grupos financieros como SARMIETO ANGULO, SINDICATO ANTIOQUEÑO, SANTO DOMINGO), sobre el Estado y las políticas que este debe realizar para la solución de los problemas nacionales. Este es uno de los aspectos esenciales causantes de la desaparición prácticamente de los partidos tradicionales, incluidos algunos de izquierda. Estos fueron totalmente reemplazados por los gremios económicos, y las alianzas, que más que alianzas, son aglomeraciones coyunturales y accidentales que tanto hemos ensayado, así, con la rapidez y facilidad con que aparecen, desaparecen. En síntesis, ésta no puede reducirse a una reforma simplemente electoral, a quitarle, aumentarle o redactar de otro modo, unos cuantos artículos del Código Electoral y a cambiar unas cuantas butacas del Consejo Electoral. 

Pedir que el Presidente Petro haga presencia en cuanto derrumbe se presenta y en cuanto bloqueo de carreteras hagan comunidades, con razón o sin ella, no es el camino para consolidar realmente procesos democráticos que tanto hemos esperado. Por un Estado democrático que clamamos y reclamamos, con instituciones completamente democratizadas y al servicio de los intereses nacionales, es con lo que realmente tienen que comprometerse los partidos y grupos políticos que dicen apoyar las reformas. En una reforma política realmente democrática, estos no pueden limitarse a pedir derechos, sino principalmente, asumir responsabilidades y deberes frente los intereses nacionales de conjunto y de manera especial, con el pueblo colombiano. La transición energética, alrededor de la cual han levantado tanto polvo para ensuciarle los ojos a la gente e impedirle que vea a quienes es que realmente están defendiendo y con quienes es que están comprometidos, está íntimamente ligada al control de la deforestación y defensa de la Amazonía. De nada o muy poco serviría reducir las emisiones de CO2, si la destrucción de la Amazonía y la deforestación en general continúa. Esgrimir argumentos como el de que Colombia no aporta a la emisión de CO2 sino un mínimo de 0.66% en el global (ONU, datos de 2.018) y que por lo tanto el Gobierno no tiene por qué precipitarse en la transición, o que Petro asume compromisos internacionales porque “quiere figurar y convertirse en héroe de la redención del planeta”, solo revelan la poca inteligencia de quienes acuden a ese “rebusque” de argumentos. 

Al respecto, estos genios de la “genialidad” no tienen en cuenta que Petro lo que simplemente está haciendo es sumarse a una corriente universal que no solo está protestando y luchando por la descarbonización de la economía y sus emisiones al planeta, sino que en muchos casos ya están haciendo la transición energética, como Vietnam, con resultados maravillosos; y por otra parte, que con esos argumentos, lo que sencilla y llanamente están haciendo, es ponerse totalmente al lado de las gigantescas corporaciones petroleras, del carbón, de los Gobiernos a su servicio y de las ONG(s) que lagartean proyectos “ecológicos” y “ambientales”, quienes se la han pasado y se la pasan, ya casi por un siglo en el bla, bla, bla…, produciendo basura física y digital en todas las reuniones y foros mundiales sobre la crisis energética, la crisis ambiental y el calentamiento global, pero no han hecho absolutamente nada, y cuando alguien propone algo y comienza a hacerlo, entonces eso es “precipitado”; tampoco dicen nada de los recursos financieros que Petro logró conseguir con su Presencia en Davos (Suiza), y por último, lo que buscan es sembrarle la idea a la gente de que esa propuesta está condenada (¿por quienes?) al fracaso, que con eso va acabar con la inversión extranjera, con la propiedad privada, el veneradísimo, sacrosantísimo y eterno sistema capitalista, como si en las fuentes alternativas de generación de energía, por ahora, solar y eólica, no fueran las mismas grandes corporaciones explotadoras de ese recurso, las que van a invertir. 

Estamos presenciando cómo, esos gremios y grupos financieros que hace muchos años se adueñaron del país, con sus voceros en los partidos y grupos políticos de la extrema derecha, liberales “patiamarillos”, algunos encumbrados jefes de “izquierda” que pisan más cerca del uribismo que de los reclamamos de los colombianos, sus altoparlantes en TV y Radio, sus escuadrones armados oficiales y no oficiales, sus redes y todos los voz a voz que cuchichean en los oídos de las comunidades, abierta y concertadamente, han montado una altisonante campaña para oponerse, bloquear y, si se lo permitimos, echar abajo todo el proceso de reformas por las que se movilizaron las grandes mayorías del país en 2.019 y 2.021 y se expresaron en los resultados electorales de 2.022. …” Creemos que es el momento de pasar a la acción, de convocar a la movilización general del pueblo en apoyo y exigencia de que las reformas que ya han sido trasquiladas y debilitadas aún más, se retomen y se lleven adelante.” (EL FARO SOCIAL. Nov. 21/2.022). … “Pero para esto, antes que cualquier otra cosa, hay que romper la inercia que nos imponen el estilo, los métodos, hábitos, costumbres y marrullas de la politiquería tradicional. Tenemos primero, que desbloquear nuestro pensamiento y nuestras actitudes políticas, todas las fuerzas que estamos interesadas y necesitamos que las reformas democráticas prosperen y ojalá avancen mucho más. Una cosa son las reformas democráticas que logremos realizar y profundizar con el empuje de las fuerzas políticas populares desde abajo, y otra cosa es que nos quedemos como el pajarillo pichón chillando y abriendo el pico para que los papás nos lo llenen, que nos quedemos esperando que los beneficios de las reformas nos lleguen desde arriba” (EL FARO SOCIAL. Nov. 21/2.022. El subrayado es del texto). 

Las razones para exigir la ejecución de las reformas que están planteadas, por algunas de las cuales se ha derramado tanta sangre en el país, y para luchar porque se realicen, son imprescindibles, pero además, nos sobran. Sin embargo, esas razones, sin fuerza política y social adecuadamente orientadas, por muy brillantes que sean, no podrán realizarse o no tendrán efectividad. Si no queremos que este intento de avanzar en los procesos de democratización del país, sea una frustración más, debemos pasar a la movilización general del pueblo, sin titubeos, sin cobardías, y sobre todo, despojándonos del grupismo y sectorialismo que tanto daño hacen a la unificación y concentración de fuerzas en un momento crucial como este en que necesitamos romper el cerco que ha montado toda la reacción en contra de lo que el pueblo ha pedido y exigido durante tantos años. 

Desde cada barrio, cada vereda, cada rincón del país: ESTE 14 DE FEBRERO, A LEVANTAR UN SOLO PUÑO, UNA SOLA FUERZA Y UN SOLO GRITO: ¡¡¡NO MAS!!! ¡¡¡NO MAS MARRULLAS POLITIQUERAS!!! 

ESTE 14 DE FEBRERO SALGAMOS MASIVAMENTE DECIDIDOS A NO PERMITIR QUE NOS SIGAN MUTILANDO Y BLOQUEANDO LAS REFORMAS QUE NECESITAMOS.

¡VAMOS POR DEMOCRACIA POLITICA Y SOLUCIONES PUNTUALES A LAS NECESIDADES QUE TENEMOS! VAMOS POR LA DEFENSA DE LAS REFORMAS: POLÍTICA, LABORAL, PENSIONAL, DE LA SALUD, AGRARIA Y LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA.

 EL FARO SOCIAL 

Popayán, enero 30/2.023

viernes, 20 de enero de 2023

 

SEGUIMOS CON EL MISMO SONSONETE DESGASTADO QUE LO SUCEDIDO EN ROSAS ES “UNA TRAGEDIA ANUNCIADA”, ¿O NOS ATREVEMOS A LEVANTARNOS CONTRA LA MALDITA POLITIQUERIA QUE ES LA VERDADERA RESPONSABLE DE ESTE Y TANTOS DESASTRES MAS?

 

Terrible. Sencillamente la tragedia llevada hasta el horror. Esto es lo que nos sucede en nuestras queridas y amadas tierras del Cauca. El narcotráfico y la violencia de los grupos armados a él asociados, se pasean por los cuatro costados “como Pedro por su casa”; las condiciones de pobreza crónica en que se debate la inmensa mayoría de la población del Depto. son ya insoportables; la desarticulación, desbertebramiento y desintegración del Cauca en zonas prácticamente sin conexión de unas con otras, sigue agravándose; los mal llamados conflictos interétnicos, que más que reales, han sido creados y promovidos por determinados sectores reaccionarios empotrados en organizaciones indígenas para justificar sus posiciones racistas y expansionistas, aprovechando la anarquía reinante y la situación de debilidad política e institucional de unos actores de la politiquería tradicional y alternativa en ruina porque no pudieron ni ofrecer y darle salida a los problemas más sentidos, ya cruzó la línea roja hasta donde se les puede considerar  conflicto político y se ha convertido en una fuerza y posición ideológica que amenaza con hacer estallar las ruinas en que nos encontramos; la deprimente situación en que se debate la frágil economía caucana por el impacto de todas esas adversidades y gravada por la incidencia de la pandemia, de los bloqueos de la panamericana por grupos infiltrados en las justas protestas sociales de 2.019, 2.021 y de la guerra en Ucrania, continúa ese fatigoso curso, sin ninguna perspectiva de solución a corto o, siquiera a mediano plazos.

Y como si todo lo anterior fuera poco, a estas tragedias ha venido a sumarse el deslizamiento de grandes masas de capas terrestres superficiales en el Municipio de Rosas, destruyendo y bloqueando completamente la vía panamericana, y con ello, la comunicación terrestre del Sur Occidente del país y gran parte del centro con Ecuador.

Que este evento esté o no asociado directa o indirectamente a la falla geológica que cruza el Depto. por ese corredor, no es, en este momento, el problema central a discutir y no podemos enredarnos en esa discusión, a pesar de la importancia que reviste; ese es un asunto que se tiene que despejar desde el punto de vista técnico y científico. Lo que el movimiento económico de la región y las comunidades necesitan con urgencia, es que se habiliten cuanto antes, las vías alternas de comunicación terrestre que, como es obvio, han permanecido y permanecen en estado lamentable. Otra cosa muy distinta es la evaluación crítica de las responsabilidades políticas de quienes han estado al mando de las instituciones oficiales y de las decisiones gubernamentales locales, regionales y nacionales y la manía de utilizar las palabrejas “falla geológica” por parte de esos mismos actores, o bien para justificar que cuanto derrumbe se presenta en el país, es ocasionado por “la falla geológica”, o bien para ocultar la responsabilidad de los mismos, como lo hicieron en el vecino Municipio de La Sierra. Por eso, no basta con ir a solidarizarse con los damnificados en los albergues y promover la recolección de alimentos y otros elementos que ellos necesitan. Con toda la importancia que estas formas de solidaridad revisten, es necesario hacer conciencia que, ante muchos de estos desastres, que ya se sabía que podían suceder, no se tuvieron en cuenta las recomendaciones y soluciones formuladas, por la simple y llana irresponsabilidad de la politiquería con que se ha gobernado el país y en especial, el Cauca, amén de la ausencia de mecanismos efectivos de control ciudadano y de la pasividad general que ha reinado, cuando se trata de resolver problemas que van más allá de los beneficios grupales, sectoriales y clientelares.

Es sabido hasta la saciedad en el Cauca que, hace 44 años, fueron entregados al Gobierno nacional de entonces, los diseños  para la construcción de la variante, por parte de la firma Pablo Emilio Bravo, de reconocida trayectoria e idoneidad profesional en esta especialidad del diseño de vías, y mucho antes existía la conciencia de que no había más alternativa que desviarse al llegar a la población de Timbío hacia el lado de El Tambo, bajar al corregimiento de Quilcasé (El Tambo), para conectarse nuevamente con la panamericana después de la población de El Bordo, porque el tramo desde el corregimiento de Párraga (Rosas) hasta el corregimiento de El Ensenillo (Timbío), continuamente presentó daños en la banca, algunos pequeños hundimientos y deslizamientos. Fueron ingentes los recursos que demandaron los arreglos de la vía en ese tramo para mantenerla en condiciones de transpirabilidad. Con la introducción de los tractocamiones, el problema se agravó, precisamente por la inestabilidad de los terrenos asociada a la falla, lo cual convenció a los ingenieros civiles de que no había alternativa distinta a la de salvar ese tramo con la variante que propusieron en el momento.  

Y aún más. No solo en el Cauca, sino en el país y hasta en el exterior, es conocido hasta la saciedad, la vulnerabilidad de esta como la única vía de comunicación terrestre del Sur Occidente y con Ecuador, por los continuos taponamientos, en algunos casos, por organizaciones campesinas, pero principalmente por parte de algunos sectores de una de las organizaciones indígenas que aquí existen, con todos los traumatismos que esto ha causado a la precaria economía caucana. Sin embargo, hasta hoy no ha sido posible que se aboque en serio la construcción de esa variante, y menos la búsqueda y realización de la integración vial del Depto. que ayudaría a romper esa dependencia convertida ya en negocio para unos y fatalidad para toda la región y para la inmensa mayoría de la población.

Además de las pérdidas en animales y cultivos en las parcelas de las familias afectadas, el tiempo en que tendrán que permanecer cesantes, los traumatismos sicológicos y morales ocasionados a estas familias, los costos de la reubicación de las mismas, ¿a cuantos miles de millones ascenderán las pérdidas por la interrupción del transporte, en especial, el de carga pesada, la adecuación de algunas vías alternas que debe hacerse cuanto antes?, ¿cuánto tiempo se extenderá, no la rehabilitación de la vía por ese sitio porque eso ya es imposible, sino la construcción de la variante?, y ¿cuánto será el costo de la misma? ¿Todo esto se pudo haber prevenido y evitado? ¡¡¡Claro que sí!!! La prevención ya estaba formula, puesto que se sabía que la única solución era hacer la variante. Pero ésta fue engavetada y en vez de evitar la tragedia, llegó lo que ya conocemos.

Ahora, después de este desastre, ¿cómo y de qué manera pretenden justificarse la caterva de parlamentarios caucanos con sus asesores, tanto de los tradicionales como alternativos y hasta de los de “izquierda” que han desfilado por la pantalla de los cajeros de los Bancos, recibiendo los voluminosos fajos de billetes? ¿Cómo y de qué manera intentarán justificarse la chorrera de altos funcionarios del Estado como Ministros de Transporte, de Comercio, de Agricultura y otras Instituciones gubernamentales que tienen que ver más directamente con la prevención de lo que allí ha ocurrido? ¿Cómo y de qué manera pretenderán justificarse Gobernadores y Alcaldes del Sur Occidente colombiano, algunos de los cuales continuaron en la caterva de parlamentarios y otros andan haciendo cola para ir a ella, cuando no hicieron más que dedicarse a la baja tarea de alimentar las pequeñas clientelas con el propósito de escalar a más altos cargos, sin importarles para nada los tantos y tan graves problemas que, de manera recurrente, han afectado al Cauca?  

Lo que ha sucedido en Rosas no es tanto el efecto causado por la falla geológica o consecuencia de la ola invernal intensificada por el cambio climático que ha contribuido a desestabilizar aún más las capas terrestres superficiales. Lo que ha sucedido, con todas las consecuencias que de ello se derivan, es el producto, el resultado de la irresponsabilidad y los estragos causados por esa plaga endémica de la politiquería, pero de esa politiquería miserable, mezquina y paupérrima, porque todo el país ha estado plagado de lo mismo, pero en otras regiones han sabido sacarle provecho, no solo como grupos y familias, sino de una manera más social y colectiva.

Desde el momento en que se conoció la propuesta de la variante, los politiqueros principalmente de El Bordo, Rosas y Timbío, pusieron el grito en el cielo, diciendo que se los iba a dejar aislados e iniciaron las “gestiones” ante los gamonales de Popayán, y con éstos, ante “los jefes naturales” de los partidos tradicionales en Bogotá, para oponerse a la solución planteada, todo esto contando desde luego, con el silencio, complicidad, tolerancia y pasividad de los demás sectores sociales y políticos del Cauca, porque aquí no ha existido ni existe, aún hoy, conciencia colectiva de región, sino de grupos y familias, al estilo de las épocas doradas del feudalismo.  

Alguien decía que toda gran crisis o, aunque sea un rompimiento brusco de la normalidad (decimos nosotros), obliga a que salga a la superficie todo lo ruin y mezquino que se oculta tras los floridos discursos, la charlatanería y palabrería huera, sean estos del carácter y la tonalidad que sean, o a que brote el espíritu humanitario, solidario, de ayuda y colaboración a quienes padecen las inclemencias de los desastres naturales o sociales. Ahora, quienes han tenido que ver con estos hechos desde esa maldita politiquería, se esconden, huyen o agazapados guardan silencio. Otros que pretenden copar los espacios que han dejado la politiquería tradicional y alternativa, saltan al ruedo haciendo actividades que rayan ya en lo puramente delincuencial. Nos referimos en este caso, a lo que hicieron cabildos indígenas yanaconas de La Sierra (C), asociados al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), que salieron a poner y cobrar peajes por la variante Rosas-La Sierra-Piedrasentada, en un momento tan crítico como este; actitud que contrasta totalmente con la asumida por los campesinos en estos trayectos, los cuales han expresado su solidaridad con los viajeros afectados por el derrumbe.

Y para colmo de los colmos, el Ministro de Transporte acaba de denunciar que estos sectores indígenas se oponen a la construcción de la variante que tanto tiempo ha sido encaletada y aplazada por la acción de la politiquería. Esto ya es sencillamente inaceptable e intolerable. Simple y llanamente el 97.5% de la población colombiana que somos los mestizos, blancos y negros, tenemos que doblegar el espinazo y someternos sin chistar nada a lo que le dé la gana hacer a cualquiera de estos grupos, parapetados en “el Derecho Mayor”, la “Ley de Origen” y “los Derechos ancestrales”.  Y decimos esto de manera explícita y con toda la fuerza, la convicción y la autoridad que nos concede el haber sido actores de “primera línea” (como se dice ahora), en el movimiento indígena desde la década de los años 70 del siglo XX y el seguir acompañando hasta hoy, a algunas comunidades en su lucha por su reconstrucción económica, social y cultural, claro está, que con otra política completamente distinta a esa.

Y para que quede aún más explícito, desde aquí, le expresamos nuestro reconocimiento a la Senadora Aida Quilcué por su gesto al ir hasta los albergues de los damnificados a expresarles su solidaridad, no exento de clientelismo electoral tal vez, pero al fin y al cabo un gesto que merece la atención, y eso marca diferencia. Jamás se nos ha ocurrido culpar a las comunidades indígenas de estos comportamientos reprobables. Para nosotros está fuera de toda duda que en el CRIC se mueven diferentes grupos y fuerzas con intereses distintos, pero que algunos de estos, han venido adoptando posiciones ideológicas, políticas y prácticas etnocentristas, reaccionarias, revanchistas y racistas, sumamente peligrosas en este momento de tanta debilidad del Movimiento Político Revolucionario y del movimiento social y popular en general.

Siempre hemos sostenido y dicho con claridad que esos desmanes son responsabilidad política y penal de algunas personas, grupos y sectores asociados la CRIC. Penal porque el desalojo violento mediante la fuerza a una comunidad misak en Caldono e incendiarles una escuela, es un delito, aquí y en la cochinchina (como reza el proverbio popular), y ante lo cual, la justicia depravada que tenemos no hizo nada. Pero no es ese el único hecho delincuencial que han cometido. Ya es larga la lista de desmanes, atropellos y delitos que vienen cometiendo estos grupos y personas, con la complicidad y pasividad de la gran mayoría de sectores populares del pueblo colombiano, porque supuestamente son “hermanos luchadores”.

A quienes han sostenido que estos son “hermanos luchadores”, que el CRIC es “una organización hermana”, que las demás organizaciones indígenas “son electoreras y politiqueras”, como si el CRIC no hubiera hecho politiquería y electorerismo de la peor especie, y a quienes se inventaron el cuento, según el cual, había que adoptar “una posición neutral frente al CRIC” en el momento más álgido en que estaban cometiendo delitos contra un grupo de comuneros misak en Caldono, les preguntamos ahora: ¿De qué les ha servido a ustedes mismos la bonachona y bondadosa actitud política de considerarlos “hermanos luchadores” y la de reclamar “neutralidad” con ese tipo de sectores y sus actuaciones? Por supuesto que, al mismo movimiento indígena, a los campesinos, a los docentes que vienen siendo atropellados y muchos otros sectores que han sido y siguen siendo víctimas de estas conductas, lo que han recibido son enormes perjuicios, decepciones, muertos, heridos y cicatrices físicas, sicológicas y políticas muy difíciles de sanar. A ese tipo de revanchismos y comportamientos racistas agresivos, no queda más remedio que enfrentarlos, organizando la lucha política en todos los sectores sociales del pueblo colombiano, estén directamente afectados o no.

Con respecto al desastre en Rosas planteamos:

1)    Es indispensable y urgente concentrarse en este momento, no solo en habilitar las vías alternas para resolver, aunque sea parcialmente, el problema del transporte terrestre, sino principalmente, acometer el mejoramiento de las mismas, en especial las de Piedrasentada- Los Uvos- Santa Bárbara- Altamira- La Sierra; la de La Depresión- La Sierra, y la de Piedrasentada- Quilcacé- El Tambo, puesto que la construcción de la variante demorará un buen tiempo.

2)    Es superurgente poner a funcionar los buques de la armada nacional para aliviar, por lo menos, el abastecimiento de combustible entre Buenaventura-Tumaco-Pasto. En este caso en particular, imaginémonos todo lo que serviría la comunicación vial terrestre Guapi-Popayán. E imaginémonos todo lo que serviría la comunicación vial terrestre entre San Pablo (Nariño)-Florencia (Cauca)-San Lorenzo (Bolívar)-Bolívar-Almaguer-La Vega; la vía Popayán-Santa Rosa-Piamonte-Mocoa (Putumayo).

3)    Es absolutamente necesario el control por parte del Gobierno nacional, del transporte aéreo Bogotá-Pasto, Cali-Popayán-Pasto, a sabiendas de los abusos que estaban cometiendo las aerolíneas en el cobro de tiquetes.

4)    Y definitivamente hay que acometer cuanto antes, la construcción de la variante. Pero aquí queremos llamar la atención. Hay que definir con claridad y de acuerdo a la situación de emergencia, si se acomete como construcción de la doble calzada, o de una sola, mientras se sale de la emergencia. Luego, con más calma, se definirá si la doble calzada puede ser construida por ese mismo corredor.

5)    Consideramos de suma importancia la solidaridad social y la atención oficial que se está haciendo a las familias damnificadas. Sin embargo, su permanencia en los albergues no puede prolongarse mucho tiempo. Por ello, es necesario que el Gobierno nacional y las entidades oficiales que tienen que ver con el asunto, agilicen al máximo, la reubicación de las mismas, en las mejores condiciones posibles para que puedan recuperarse y emprender su nueva vida.

6)    Creemos que es necesaria la declaratoria de Emergencia Económica, Ecológica y Ambiental, herramienta jurídica y política que permite la apropiación rápida de presupuestos y recursos para agilizar los trámites y acciones gubernamentales de atención a la situación que, ya de por sí, es muy delicada y puede agravarse aún más.

Por último, nos preguntamos nosotros y le extendemos la pregunta a la inmensa mayoría de caucanos: ¿Cuantos desastres más de estos necesitaremos para que nos atrevamos a sacudirnos y deshacernos de la mugre y de los escombros de la politiquería y de los abusos de cuanto granuja se le ocurre pisotearnos?     

        

     Marino Ausecha Cerón

     Especial para El Faro Social

     Popayán, enero 20 de 2.023

Nota.  Cuando ya habíamos terminado la redacción del presente escrito, recibimos, vía redes, un audio de un periodista de BLU Radio, en el que se hace una severa denuncia sobre el mismo tema de los estragos de la politiquería en el Cauca con respecto a lo sucedido en Rosas y la construcción de la variante. Lo planteado allí, es mucho más contundente que lo que estamos expresando nosotros. Solo que el periodista se queda en el asunto específico de la variante. En cambio, nosotros que miramos las cosas desde dentro, tenemos que tratar de abarcar toda la compleja situación y las diferentes fuerzas que se mueven.

EL “PETARDO” LANZADO POR GUSTAVO PETRO

      EL “PETARDO” LANZADO POR GUSTAVO PETRO El “petardo” lanzado por el Presidente Gustavo Petro el 15 de marzo, en las horas de la ...