domingo, 27 de noviembre de 2022

CAMBIOS REALES EN COLOMBIA SOLO SE LOGRARÁN CON LA CONSTRUCCIÓN DE PROCESOS POLITICOS DEMOCRATICOS REVOLUCIONARIOS CON PRACTICAS DIFERENTES A LAS DE LA POLITIQUERIA TRADIIONAL.

 

CAMBIOS REALES EN COLOMBIA SOLO SE LOGRARÁN CON LA CONSTRUCCIÓN DE PROCESOS POLITICOS DEMOCRATICOS REVOLUCIONARIOS CON PRACTICAS DIFERENTES A LAS DE LA POLITIQUERIA TRADIIONAL.

 

De ninguna manera se nos ha escapado ni se nos puede escapar que, llevar a cabo las reformas democráticas propuestas por Colombia Humana y con mayor razón, por el Pacto Histórico, es una empresa bien complicada y difícil, de manera especial, en nuestro país. Así lo expresamos en el FARO SOCIAL cuando expusimos nuestra posición crítica antes de iniciarse la campaña electoral que llevaría a Gustavo Petro a la presidencia de la República, sus posibilidades, limitaciones y alcances de su Gobierno. Allí manifestamos nuestras preocupaciones y apreciaciones críticas con respecto a algunas de las reformas planteadas, especialmente la Agraria y la Tributaria.

Los acontecimientos que hemos presenciado en estos últimos días en los trámites económicos y legales de estas dos reformas, demuestran mejor que miles de discursos, toda la capacidad marrullera, no solo de lo que hemos denominado la extrema derecha, o lo que es lo mismo: la alianza de los sectores burgueses del capital financiero (bancos), grandes industriales y comerciantes con los agroindustriales y terratenientes íntimamente ligados al narcotráfico, el paramilitarismo y  el capital imperialista (que incluye el capital imperialista norteamericano,  de la Unión Europea, Rusia y China), sino también de sectores que hacen parte del Pacto Histórico, en primera instancia, los “del centro” o “centristas” que, cuando se trata de la lucha contra el régimen político que queremos y necesitamos cambiar, son neutrales, es decir, no hacen nada, pero cuando se trata de realizar las reformas como debe ser, también les sobran marrullas y con la rapidez del relámpago, se ponen de acuerdo con la ultraderecha,  y las diferentes expresiones de la llamada “izquierda” que tampoco aportan mayor cosa, hasta liberales y conservadores que a última hora se “unieron” para poder actuar mejor desde dentro.

Con el insidioso apoyo y concurso mediático de los amarillistas, no hay sacudida de trapos o de polvo en Palacio o expresión del Presidente u otros colaboradores que no sean convertidos en comidilla de mal olor y sabor, pero apta para saciar esos voraces apetitos primarios de “destrozar” la presa y engullirla antes de masticarla. Así han procedido y por eso, la propuesta de reforma tributaria, la fueron trasquilando hasta que solo quedó una hilacha; del mismo modo, la propuesta inicial de entrega de 3 millones de hectáreas de tierras a las víctimas que propuso el Presidente, ya van en millón y medio, y pueden lograr reducirlas a mucho menos. Lo mismo está sucediendo con la propuesta de transición energética y así sucederá con la reforma del sistema de salud.

¿Cuáles son las razones para que lo anunciado por el Gobierno Petro baya quedando en ese hilachero de reformas? ¿Las dificultades por la férrea oposición de la extrema derecha, que a pesar de encontrarse desarticulada y en una situación política de crisis sin posibilidades de recuperación, continúa con mucho margen de maniobra? ¿La imprevista actitud que adoptarían, por parte del Gobierno, los “centristas” y sus congéneres liberales y conservadores del Pacto Histórico y de no pocos amigotes de esa la llamada “nueva izquierda” que, como hemos dicho, en términos de discursos defienden “a muerte al Gobierno Petro y sus reformas” pero en términos prácticos y reales, en no pocas situaciones concretas, su “izquierdismo” queda a la derecha del Centro Democrático?

Todo esto ha incidido y seguirá incidiendo. No hay que dudarlo. Pero la razón fundamental, principal, y esencial que más está pesando en lo que se denominó el Pacto Histórico, es que este conglomerado político accidental, coyuntural, hecho para resolver contingencias, no para resolver los problemas de fondo que necesita el país, aun tratándose de soluciones simplemente democráticas, sin ir más allá, no es ni puede ser más que eso: una montonera de retazos provenientes de la politiquería tradicional en su gran mayoría, de la politiquería de las ONG(s) otros, y no pocos de la politiquería de la “nueva izquierda” que, en términos de lucha, es peor que la “vieja”. Allí lo que más pesa no es lo nuevo, sino lo viejo, lo tradicional y su estilo, las viejas mañas del sistema clientelista de la politiquería tradicional. Todos los que componen ese retacero son el peor peso muerto que tiene que cargar Petro en “su pasión por subir al Monte de los Olivos”.

Y este problema no se resuelve con floridos y hasta elocuentes discursos hechos en casa o fuera de ella. Mucho menos lo puede resolver ese retacero de los “centristas” o “moderados”, los descendientes de las viejas clientelas de las ONG(s), de la “nueva izquierda” y de liberales y conservadores, en contubernio con los restos de esas agrupaciones políticas que aterrizaron cunado ya no tenían más opción. Esto solo lo puede resolver la construcción de procesos económicos, políticos y sociales revolucionarios fuertes, sólidos y profundamente enraizados en las masas trabajadoras de obreros urbanos y rurales, campesinos, indígenas y todos los sectores medios de la ciudad y del campo; con procesos de reconstrucción y unificación organizativa y política, de reconstrucción cultural y social, reconstrucción de programas políticos parciales y generales, y en fin, de construcción de un poderoso Movimiento Político Revolucionario capaz de llevar adelante, no solo reformas que sin lugar a dudas son necesarias, sino principalmente transformaciones en el ejercicio del poder político, en las instituciones estatales y sociales y en la distribución de las riquezas generadas por el trabajo.

Sin embargo, estos procesos no son realizables de la noche a la mañana. Necesitan tiempo y un esfuerzo inmenso de reconstrucción económica, política, social y cultural; mientras tanto, no podemos quedarnos en la lamentación lanzando maldiciones contra quienes están bloqueando y aniquilando las reformas planteadas, con todo lo limitadas que puedan ser. Creemos que es el momento de pasar a la acción, de convocar a la movilización general del pueblo en apoyo y exigencia de que las reformas que ya han sido trasquiladas y debilitadas aún más, se retomen y se lleven adelante.

Desde luego, entendemos que en el régimen vigente, que sigue siendo el viejo régimen político, no lo puede hacer el Presidente ni el Gobierno. Pero para eso están las organizaciones políticas y sociales. Son éstas las que deben tomar la iniciativa y asumir el compromiso de profundizar el proceso de democratización del país y avanzar por él. Pero para esto, antes que cualquier otra cosa, hay que romper la inercia que nos imponen el estilo, los métodos, hábitos, costumbres y marrullas de la politiquería tradicional. Tenemos primero, que desbloquear nuestro pensamiento y nuestras actitudes políticas, todas las fuerzas que estamos interesadas y necesitamos que las reformas democráticas prosperen y ojalá avancen mucho más. Una cosa son las reformas democráticas que logremos realizar y profundizar con el empuje de las fuerzas políticas populares desde abajo, y otra cosa es que nos quedemos como el pajarillo pichón chillando y abriendo el pico para que los papás nos lo llenen, que nos quedemos esperando que los beneficios de las reformas nos lleguen desde arriba  

No es para apoyar a Petro que hay que movilizarse y menos al Gobierno con las debilidades que está mostrando. Hay que pasar a la movilización general del pueblo para no permitir más recortes, mutilaciones y bloqueos a las reformas y luchemos por: el avance en los procesos de desmovilización de los grupos armados con negociación política en los casos que amerite hacerlo; el cambio de la política antidrogas actual y la solución al narcotráfico para poder alcanzar la paz; la defensa de los páramos y de la Amazonía que no es asunto solo de los países que tienen parte de la cuenca amazónica ni solo de los países latinoamericanos, sino un asunto de supervivencia de la especie humana y de la vida en el planeta; la construcción de los rieles de la transición energética; verdadera política estatal de fomento y ampliación de las micro, pequeñas y medianas empresas nacionales industriales, comerciales y de servicios para resolver en parte los problemas de desempleo y subempleo, y una  reforma laboral que por lo menos alivie un poco las tragedias de la “informalidad” y contribuya en la reconstrucción del movimiento sindical de los trabajadores.

Son contadas con los dedos de una sola mano las voces que hemos escuchado en el Pacto Histórico, proponer la movilización política y social para respaldar las reformas que se está tratando de realizar, y aun así, algunas de ellas, provenientes de “buenos” liberales, “tiraron la piedra y escondieron la mano”. Los revolucionarios, los demócratas y las masas populares no podemos esperar que un Estado profundamente corroído por la corrupción y cooptado por las mafias de todo orden, haga lo que solo puede hacer el pueblo organizado y en un proceso ascendente de desarrollo de su conciencia política. Esto no ha cambiado ni va cambiar porque Petro y el Pacto Histórico hayan llegado a ocupar los altos cargos en el Gobierno. Lejos de eso, esos poderes, la gran mayoría armados, siguen intactos y están creando situaciones preocupantes de zozobra porque saben perfectamente las debilidades que tienen al frente.

Y como nuestra cantaleta no es solo para criticar y menos para descalificar simplemente, sino también para apoyar y celebrar los avances, así sean muy pocos y precarios, consideramos de gran importancia el reinicio y continuación de las negociaciones políticas con el ELN para completar el proceso de negociación política del conflicto armado y ojalá se pueda llegar al desarme de todos los grupos armados existentes en el momento; bien por haberse atrevido a plantear un cambio sustancial en la política antidrogas indispensable para poder desatrancar salidas y soluciones al problema del narcotráfico, principal agente generador de violencia y corrupción en el país; y sobre todo, haber dado el paso de reanudar las relaciones diplomáticas y comerciales con el país y el hermano pueblo venezolano. Con todo lo dura que ha sido y es nuestra posición crítica frente a la tragedia que vive este pueblo hermano y frente a las responsabilidades de quienes han estado al mando del Estado y Gobiernos de este país, siempre estuvimos en contra de las arbitrariedades cometidas por los Gobiernos de la extrema derecha colombiana contra la República Bolivariana de Venezuela, empujada por la extrema derecha norteamericana. A un pueblo no se le puede revictimizar, so pretexto de diferencias ideológicas y políticas con sus dirigentes. Por eso, es apenas justo que este Gobierno colombiano esté reparando esa tropelía cometida con el hermano pueblo venezolano  

Y a propósito de las arbitrariedades cometidas por los Gobiernos de la extrema derecha colombiana contra Venezuela, estuvo primero, la de vender por parte del Gobierno Uribe, las acciones que tenía en la Empresa Monómeros colombo-venezolanos al de Venezuela por 50 millones de dólares, como un paso para empezar a envenenar las relaciones con el Estado venezolano. Venta que, entre otras cosas, sería muy importante que el Gobierno colombiano actual, investigara a fondo, qué se hicieron esos recursos, a dónde fueron a parar; luego el Gobierno Duque completó la torpeza convirtiéndola en monumental arbitrariedad, al reconocer al figurín de la derecha tradicional venezolana y entregarle el control de la empresa que ya era de propiedad completa de Venezuela, al supuesto Gobierno de ese figurín.

El Presidente Petro lanzó la idea de volver a comprar, por parte del Gobierno colombiano, la mitad de las acciones de la empresa. Sin titubear para nada, consideramos que ese sería un paso de enorme trascendencia económica, política y social, no solo por la posibilidad de recuperar la autosuficiencia en materia de fertilizantes para el agro en Colombia, sino porque ese paso podría constituirse en la cuota inicial de reconstrucción de la economía y la política de la Gran Colombia. Haciendo a un lado los romanticismos históricos, la desastrosa utilización que hicieran de esa propuesta las fuerzas políticas existentes en el momento que la planteó Bolívar, los odios partidistas que incentivaron, más lo equivocado en su aplicación por parte de él mismo, dieron al traste con una posibilidad que bien pudo ayudar a crear otra realidad en el continente. Bolívar con su capacidad visionaria y su aguda apreciación de las fuerzas económicas y políticas que se movían en su momento, creyó en la necesidad de crear un bloque fuerte con mayor capacidad para defenderse de las potencias imperialistas de Europa, Norteamérica, y en cierta forma, de los más fuertes en Sur América como Brasil y Argentina. Solo que él no supo cómo hacerlo. Su delirio absolutista y bonapartista al estilo francés, junto con el arraigo a los poderes locales de las dirigencias de entonces que no se habían removido y que no pudo tratar, lo llevaron al fracaso. Sin embargo, en el siglo XX, cundo se hizo un buen intento de retomarla y darle vida, dio excelentes resultados. Testimonio claro de ello lo tenemos en empresas como la Flota Mercante Gran Colombiana, Avianca, y otros emprendimientos que fueron orgullo internacional de nuestros pueblos.

Hoy, más que en los tiempos de Bolívar, y ahora más que nunca, cobra actualidad y es necesaria la reconstrucción de la Gran Colombia, de la que, en la actualidad, podría hacer parte Panamá; hay que acariciar esa idea, hay que intentar, por lo menos, retomarla, y hasta donde sea posible, luchar por su realización de acuerdo a las circunstancias que estamos viviendo, pero con una política y unas formas estatales muy diferentes de las que intentó Bolívar. En su momento, eran varias potencias imperialistas que se diputaban el dominio del mundo, pero de manera separada, cada una por su lado. Ahora, nos encontramos frente a dos grandes bloques imperialistas: EE. UU. de Norteamérica, la Unión Europea y Japón y todos sus aliados de un lado, y del otro, Rusia, China y demás aliados. Bien sabemos que el bloque Rusia-China ha penetrado profundamente en nuestro continente latinoamericano y EE. UU. hace cuánto puede por tratar sostener el control sobre estos países como lo ha hecho durante casi dos siglos.

A esta disputa de gigantes no podemos escapar, pero si podemos, si actuamos con inteligencia, contrarrestarla y ganar posiciones de independencia, soberanía y autodeterminación, valores políticos históricos que actualmente el modelo neoliberal que se nutre del saqueo de nuestros pueblos, nos quiere hacer creer que no sirven para nada y que no tienen razón de ser. Ya es hora de convencernos que, uno de los más resonantes triunfos económicos y políticos del modelo neoliberal y su globalización actual, ha sido y ha consistido en destrozar económica, política y militarmente no solo a los Estados nacionales creados como producto de las luchas por la descolonización de Asia, África y América Latina, sino y de manera especial, las agrupaciones de Estados nacionales que se conformaron con el propósito de defenderse en mejores condiciones del avasallamiento de las potencias imperialistas, y si en algún momento subsistieron o las reconformaron, fue solo porque pasaron a ser funcionales al modelo o quedaron bajo su absoluto control.

La irracionalidad y la orgía de la muerte impuesta por la barbarie nos enceguece y empequeñece a cada momento, pero podemos, como David, desafiar a Goliat y derribarlo, si sabemos utilizar las pequeñas fuerzas que tenemos, si actuamos con inteligencia y hacemos lo que hay que hacer. Si no hay propuestas audaces, viables y sólidas para reconstruir la unidad de América Latina con independencia, soberanía nacional, autonomía y autodeterminación, seguiremos siendo enanos que nos vapulean por todas partes.

Atrevámonos a desafiar gigantes y a destronar al Rey. A eso estamos abocados y condenados. Y no tenemos más alternativas recuperadoras de la dignidad de nuestros pueblos que Resistir, Insistir y Persistir para Resurgir, Reconstruir y Triunfar.

 

Marino Ausecha Cerón

Popayán, nov. 21/2.022      

 

     

 

   

         
 

 

 

jueves, 17 de noviembre de 2022

DE EL FARO SOCIAL A NUESTRO ENTRAÑABLE AMIGO...

 

Merecido Homenaje…

 Este 12 de noviembre de 2.022 se cumplieron 6 meses del sensible fallecimiento de “nuestro entrañable amigo, compañero y solidario Alonso Muñoz Sánchez”, motivo por el cual, familias Muñoz Giraldo y Muñoz Sánchez, EL FARO SOCIAL, organizaciones sociales y amigos suyos, decidimos realizar un merecido y muy sentido homenaje en su memoria, en el que EL FARO SOCIAL, dejó mensajes de alto impacto solidario, afectivo y sentimental, pero al mismo tiempo, de hondo calado político revolucionario, al expresar por boca de su Presidente: “Aquí, con este homenaje al compañero Alonso, no estamos haciendo un rito o un culto a la muerte; aquí estamos rindiéndole un tributo a la vida y a la revolución”. “El espíritu revolucionario de Alonso ha estado aquí presente con nosotros, en este día, en este momento, y queremos que siga estando con nosotros, que siga acompañándonos”.

“Miles de hombres y mujeres en este país, han entregado hasta su vida por la causa de los explotados y oprimidos y hoy están olvidados. Nosotros mismos hemos contribuido a sepultarlos en el olvido. No sigamos por ese camino. Recuperemos y reconstruyamos su espíritu revolucionario”. Es uno de los mejores tributos que podemos rendir a la vida y a la revolución.

Reiteramos una vez más nuestros más sinceros agradecimientos a todos los que nos acompañaron en el homenaje a nuestro amigo y a quienes no pudieron hacerlo por diferentes motivos, igualmente les agradecemos su acompañamiento de corazón.

Agradecemos inmensamente a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Seccional Cauca, su invaluable colaboración, dándonos la posibilidad de realizarlo en sus instalaciones, especialmente por mediación de su Presidente, compañero Oscar Sánchez quien, al poco tiempo de haber intervenido para esta colaboración ante sus compañeros de Junta Directiva, entró en una situación delicada de salud, encentrándose ahora postrado en cama y ante difíciles posibilidades de recuperación. Extendemos a todos sus familiares nuestra voz de solidaridad en una situación tan difícil como estás y nos unimos en la esperanza de que pueda recuperarse y cuanto antes, mejor. 

 

 

 

DE EL FARO SOCIAL A NUESTRO ENTRAÑABLE AMIGO, COMPAÑERO Y SOLIDARIO ALONSO MUÑOZ SANCHEZ.

 

El 12 de mayo de 2.022, muy cerca de las 12M, nuestro entrañable amigo, compañero y solidario Alonso Muñoz Sánchez, cerró sus ojos y se despidió de nosotros, de su familia y de todos quienes lo conocimos y compartimos pocos o muchos momentos de su vida.

Alonso nació y creció en el seno de una familia trabajadora en los años 50 y 60 del siglo XX, y como todos los que hemos nacido, nacemos y pertenecemos a la entraña popular de nuestro pueblo, le tocó apoyar la pesada carga de procurarse lo indispensable para vivir y luchar no solo contra estas limitaciones, sino, además, contra las hostilidades políticas e ideológicas del ambiente social en que le tocó crecer y abrirse camino, la discriminación social de un entorno medieval como todavía, era la “villa de Don Sebastián” en esas décadas, y contra todos los riesgos y peligros de perdición y destrucción de la niñez y la juventud a una temprana edad, encarnada en el sistema capitalista que, aunque muy lentamente en lo local, seguía transformando la realidad y trayendo con ello, nuevos conflictos o agravando los ya existentes.

Hizo sus estudios de secundaria en el Liceo Alejandro de Humboolt y los de pre-grado en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad del Cauca, donde se graduó como Abogado en la promoción de 1.978, desempeñándose también como docente en la Escuela primaria José María Obando, en un Programa de Educación para adultos.  Cabe señalar que estas actividades de docencia que ocasionalmente desempeño, no las realizó solo por devengar sueldo, sino por estar en contacto con sectores sociales a los que él quería llevar su pensamiento revolucionario. Se dedicó luego al ejercicio del Derecho, destacándose como un excelente y muy recursivo litigante, en su gran mayoría, en defensa de los más vulnerables, víctimas de las continuas violaciones a sus derechos. Entre 1.985-1.986, fue Personero Municipal de Popayán.

Posteriormente, en 1.992, fue asesor de Floro Alberto Tunubalá en la Unidad Técnica Legislativa del Senado de la República, después de varios años de haber acompañado a Autoridades Indígenas del Suroccidente colombiano (AISO) en sus luchas por la recuperación de sus tierras en Guambía, Jambaló, Munchique Tigres (Santander), La Paila (Buenos Aires), Jebalá y Novirao (Totoró), como activista y solidario, desde el Movimiento de Solidaridad con las luchas de los pueblos indígenas que existió en los años 70 del siglo XX, y luego al Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO), a continuación de la aprobación de la Constitución Política de 1.991. En su formación académica realizó dos especializaciones; una en Derecho Público y Administrativo mediante Convenio de la Universidad del Cauca con la Universidad Externado de Colombia; la otra en Finanzas Públicas con la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP). En el año 2.000, apoyó a la Asociación de Institutores del Cauca (ASOINCA) en los Cursos de Actualización Pedagógica para los ascensos en el Escalafón Docente. Entre los años 2.000 y 2.014 ejerció el cargo de Defensor Público en los Municipios de Silvia y Totoró, y entre 2.010 y 2.011, fue docente de Filosofía en la Institución Educativa Comercial del Norte (Popayán – Jornada nocturna). Cargos y funciones estos que desempeñó distinguiéndose por su responsabilidad, siempre luchando y buscando la manera de que su trabajo fuera útil para los pobres, para su gente, para los sectores populares, a quienes debía toda su entrega, a quienes siempre defendió. En abril de 2.007 participó, al lado de otros profesionales y dirigentes cívicos, en la creación de la Corporación CORPOASEAN, que dedicaría sus esfuerzos, según sus organizadores, a la elaboración de proyectos ambientales y entre los años 2.008 y 2.015, participó en el Programa radial “ALGO DE ALGUIEN” de la Emisora 1.040, desde donde ejerció su labor crítica con respecto a los problemas de la ciudad.

En agosto, septiembre y octubre de 2007, en conjunto con amigos profesionales y dirigentes cívicos, conformaron el Movimiento Cívico Popular “Todos por Popayán”, el cual lo escogió para que lo representara como candidato a la Alcaldía de Popayán, desde donde hizo importantes denuncias con respecto a las deficiencias, el clientelismo y la politiquería en las administraciones públicas, la no solución oportuna de muchas necesidades de la ciudadanía, en especial de los sectores populares, entre ellas, desde ese momento planteó la propuesta de creación, organización y puesta en funcionamiento del Banco de Tierras con destino a la construcción de proyectos urbanísticos para dar solución a las necesidades de vivienda, especialmente para los sectores populares de Popayán.

Acompañó las luchas de los damnificados del terremoto de 1.983 en Popayán, en las que, con el concurso de un grupo de activistas, se logró superar el propósito de un sector de la clase dirigente de Popayán y el Cauca que pretendió encaletar y secuestrar las decisiones jurídicas y políticas del Gobierno central para beneficio exclusivo del llamado “Centro Histórico”, y extenderlos a todos los afectados por el terremoto. Con la reconstrucción de la ciudad, ésta se extendió y surgieron nuevos barrios, en los que creció la demanda por servicios públicos, lo que exigió esfuerzos y luchas comunitarias, gran parte de las cuales, él acompañó, igual que los esfuerzos por la canalización del río Ejido al sur de Popayán. Contribuyó en la formación y desarrollo del Movimiento Campesino de El Tambo (C) en sus luchas, primero, por dotación de servicios públicos, y luego en su participación electoral, tanto a nivel local, como departamental y nacional. Bridó asesoría jurídica a los trabajadores organizados en la Unión Nacional de Trabajadores de la Energía (UTEN) y contribuyó significativamente brindando asesoría jurídica y política a la Cooperativa del Sur del Cauca (COSURCA) y a sus organizaciones afiliadas.

Como activista revolucionario forjado en las luchas callejeras del Movimiento Estudiantil de los años 70 del siglo XX, fue muy recursivo para sortear situaciones difíciles en las que necesitaba actuar de manera rápida. Recogió y manejo con destreza, algo de “la picardía patoja”, destacándose como un buen cuentista y un excelente repentista, tanto en sus maneras de responder verbalmente las burlas o las sátiras de sus contrincantes, como en sus maneras de actuar, cuando necesitaba salir del paso con urgencia, pero, sobre todo, fue decididamente irreverente con las manías formalistas, con los convencionalismos clasistas discriminatorios, y de manera especial, contra sus adversarios políticos.

Alonso fue un amigo, un compañero, un revolucionario con una innegable actitud solidaria, en especial con sus compañeros de lucha más cercanos. Si bien, con otros activistas mantuviera diferencias con sus maneras de pensar y de actuar, eso no le impidió guardar su compostura de respeto frente a ellos, sin dejar de expresar su solidaridad, cuando la necesitaran. Pero su mayor y más destacada virtud, claro está, bajo el enfoque revolucionario, fue su total lealtad a la causa revolucionaria, a sus compañeros de lucha, a las comunidades a las que acompañó. Nunca abandonó a su gente, a las comunidades, a las clases populares de donde salió, creció y acompaño. Nunca hizo a un lado los vínculos y la cultura revolucionaria que adquirió con el trabajo y el estudio para relacionarse con su gente. A pesar de ser un estudioso de la Jurisprudencia, no fue un defensor incondicional del Derecho burgués, porque fue suficientemente consciente del carácter de clase del mismo y sus limitaciones; siempre lo usó como una herramienta para defender a quienes se les vulnerara y desconociera sus derechos económicos, sociales y políticos. ¿Errores en su vida familiar y personal? Seguro los tuvo, pero no somos nosotros los llamados a juzgarlos. ¿Errores políticos en algunos momentos y en algunas de sus actuaciones? Sí. Claro que los tuvo. Pero a pesar de esos errores manifiestos, nunca traicionó ni a la causa revolucionaria ni a sus compañeros ni a las comunidades con las cuales compartió sus luchas.

Alonso fue una persona que supo rodearse siempre de la gente. María Luz Dary, su compañera es sin duda, la persona que más cerca estuvo de él, nunca lo abandonó, ni en los momentos más difíciles y desde su rol de mujer y compañera aportó en las causas revolucionarias que caracterizó su andar. Forjaron una familia y un hogar; y como bien sabemos quienes hemos trasegado por los caminos de la lucha popular, los sacrificios no solo son de los solidarios y los comuneros, sino también de nuestras familias. Alonso y Luz Dary construyeron una casa donde todos, quienes pudimos contar con sus atenciones, siempre fuimos y somos bienvenidos.

Quienes trabajamos, luchamos y actuamos muy cerca de él y con él, hemos evaluado y podemos seguir evaluando los errores que conocimos; no para comidilla de sus enemigos, de sus adversarios y sus “críticos” permanentes o de ocasión, que no le podían faltar; si no para honrar precisamente su memoria y destacar su papel revolucionario, y para que este sencillo homenaje, pueda contribuirles en algo a las jóvenes generaciones para hacer conciencia de que, los compromisos revolucionarios con los pueblos que viven sometidos a los horrores del capitalismo agonizante actual, exigen mucho trabajo, estudio constantes y muchos sacrificios.

Quienes estuvimos acompañándolo hasta última hora en sus difíciles condiciones a que lo redujo la enfermedad que lo consumió, no podemos hacer cosa distinta a guardar eterna gratitud para él y su familia. Y precisamente, queremos cerrar este sencillo homenaje a nuestro entrañable amigo, compañero y solidario, con las palabras de su hijo Lenin Alonso Muñoz, en el último instante de sus exequias:

“Ayer el pueblo me habló y me dijo que serás recordado por siempre en la memoria de tu familia, en tus amigos y en las comunidades a quienes tocaste con tu corazón revolucionario, que alentaste con tu voz revolucionaria y que alimentaste con tus ideas revolucionarias…

Ayer el pueblo me habló y me dijo y hoy me sigue hablando. Hasta siempre Alonso”.

 

Marino Ausecha Cerón

Popayán, nov./12/2.022.  

    

 


EL “PETARDO” LANZADO POR GUSTAVO PETRO

      EL “PETARDO” LANZADO POR GUSTAVO PETRO El “petardo” lanzado por el Presidente Gustavo Petro el 15 de marzo, en las horas de la ...